Mediante un intercambio de faxes, luego enviados en un comunicado al regulador español, Telefónica desechó su oferta por la participación de Portugal Telecom (PT) en la operadora brasileña de telefonía móvil Vivo, informó Reuters.
PT había solicitado a la empresa española más tiempo para lograr un acuerdo, pero finalizó la reunión sin lograr una decisión sobre si aceptar la oferta de 7.150 millones de euros el viernes, fecha en la que venció la oferta hecha por Telefónica.
Sin embargo, agotada esa vía, analistas y expertos del sector en Madrid estimaron que Telefónica no renunciará a Vivo e intentaría ir por el terreno judicial, difundió Reuters. “Como primer paso para ratificar su divorcio con PT, Telefónica podría buscar ahora la disolución de Brasilcel, su ‘joint venture’ con PT que ostenta el 60 por ciento del capital de Vivo”, dijo Bernstein Research.
Reuters indica que una fuente próxima a la situación dijo que Telefónica contrató a la firma holandesa de abogados De Brauw Blackstone Westbroek para tratar la eventual disolución de la ‘joint venture’. Según el broker Banesto Bolsa, la disolución podría llevar entre cuatro y seis meses, aunque JP Morgan afirma que podría llevar mucho más tiempo ya que se necesita el consentimiento de ambos socios.
La liquidación de Brasilcel apartaría a Telefónica de PT en la toma de decisiones sobre Vivo y de esta manera podría hacer una oferta pública de adquisición (OPA) por el 40 por ciento del capital de Vivo que cotiza en bolsa.