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Costa Rica traslada el sector de telecomunicaciones a la órbita del Micit
El Gobierno de Costa Rica decretó esta semana el traspaso del sector de telecomunicaciones, que desde que comenzó la apertura estaba bajo la jurisdicción del Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (Minaet), al Ministerio de Ciencia y Tecnología (Micit). La iniciativa, bajo el amparo del Expediente 17.332, fue llevada a cabo por la Asamblea Legislativa de la República y ya fue publicada en La Gaceta Oficial. La movida está en el centro de la escena política costarricense desde hace mucho tiempo, mientras se desarrolla la apertura del mercado telefonía móvil, el más codiciado desde que inició la apertura general de los servicios de telecomunicaciones. De hecho, el traspaso de la industria al Micit era un anhelo de la bancada del Partido Liberación Nacional (PLN), principal impulsor de la modificación y que tenía al proyecto como una de sus prioridades. Además, el traspaso también fue una de las primeras menciones que realizó la Presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, cuando asumió su cargo. Incluso, en marzo de 2010 designó a Clotilde Fonseca para la futura dirección del Micit.La aprobación del traspaso supuso la reforma de algunos artículos de la Ley de Creación del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), Ley Nº 449 del 8 de abril de 1949. Las nuevas disposiciones ahora establecen, entre otras cosas, que “las relaciones entre el Instituto y el Poder Ejecutivo en materia de telecomunicaciones, se llevarán a cabo por medio del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones, y en materia de Energía se realizarán a través del Ministerio de Ambiente y Energía, ambos por intermedio de sus jerarcas”.En definitiva, el objetivo del traspaso de la órbita de un ministerio a otro es lograr el fortalecimiento del Micit, ya sea en el aspecto presupuestario como en las potestades decisorias. La modificación parece acertada frente al cambio de escenario que ocurrirá con la apertura del mercado de telecomunicaciones en el país. Ya con esta aprobación, el Ministerio de Ambiente no maneja los hilos del sector, algo que parecía “antinatural”, y podrá enfocarse únicamente en la temática que le dio origen y en el sector de energía.La apertura del mercado de telecomunicaciones, requisito establecido en el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos (DR-Cafta) y cuya aprobación se dio a mediados de mayo de 2009, supone otros diversos preparativos para concretar la transformación. Por un lado, se requiere la elaboración del plan de telecomunicaciones, el plan nacional de distribución de frecuencias y de numeración, así como la confección de los diversos reglamentos de servicios. La mayoría de estos instrumentos, que dan el marco jurídico al sector, ya fueron en su mayoría desarrollados o comenzados.Mientras tanto, en medio de estos cambios estructurales, el mercado se prepara para la licitación de espectro para telefonía móvil que es, por lejos, lo más esperado de la apertura del sector. En este sentido, la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) puso a la venta el pliego de licitación, y el cronograma pautado establece el 23 de septiembre de 2011 como fecha para el inicio de la concesión por 15 años para prestar el servicio de telefonía móvil. Los interesados tendrán 45 días para analizar el documento y presentar una propuesta económica y técnica preliminar. El precio base para cada uno de los bloques de espectro es de 70 millones de dólares.Se licitarán las frecuencias de 850 MHz, 1800 MHz y 2100 MHZ para tres nuevos operadores, ya que “no se otorgará más de una frecuencia por postulante”, según aclaró George Miley, directivo de la Sutel. De acuerdo con la prensa local, hasta el momento los operadores que mostraron interés por ingresar en el mercado costarricense son Millicom, América Móvil, Movistar, Cable & Wireless y Digicel.Entre los requisitos exigidos por el regulador a las empresas interesadas se menciona acreditar un mínimo de 1,8 millones de suscriptores móviles en otros países, contar con al menos cinco años de operación en otro mercado, haber realizado un despliegue de un sistema móvil nuevo y demostrar ingresos de 450 millones de dólares al año en servicios móviles.