La tecnología Wi-Fi hace tiempo que está entre nosotros, en esto no hay novedad alguna y el título de esta opinión es medio engañoso, ¡hace años que es el año de Wi-Fi! Pero no hace tantos que es parte, o debería ser parte, del negocio de los operadores móviles, porque el despliegue de esta tecnología en hogares, oficinas y algunos lugares públicos combinado con la creciente demanda con dispositivos que la integran impactan a los operadores a muchos niveles.
Desde el obvio que es tener que comercializar dispositivos con Wi-Fi que suelen ser más caros llegando a situaciones como las vividas por algunos operadores que se apoyan en sus redes Wi-Fi en sitios públicos para aliviar sus problemas de capacidad espectral. La tecnología, pues, debe ser tomada como una herramienta adicional por parte de los operadores de todo el mundo, incluidos los latinoamericanos.
Porque además de los dos casos extremos antes mencionados, vamos a ver desarrollos interesantes en el mercado como la introducción a gran escala de las femtocells, y mejoras importantes en la tecnología en cuanto a velocidades, pero sobre todo en cuanto a alcance y nuevas prestaciones.
Una de las prestaciones que más llama la atención es lo que la Wi-Fi Alliance llama Wi-Fi Direct, por la cual dos dispositivos Wi-Fi pueden comunicarse sin necesidad de pasar por un punto de acceso intermedio. La Wi-Fi Alliance ya inició la certificación de estos productos y sus propios estudios concluyen que este años muchos fabricantes incorporarán la tecnología.
Por la parte del rango y velocidades se está trabajando en un Wi-Fi para la banda de 60 GHz y en Wi-Fi VHT (Very High Througput) en 5 GHz.