S.O.S una nueva ley de telecomunicaciones para México

Sin dudas los mercados que más novedades aportan son los que tienen un regulador con bastante presencia, por no decir fuerte para no sonar determinante. La Anatel en Brasil, la Subtel en Chile, la Osiptel en Perú y la Cofetel en México es un caso especial. La Cofetel y la Secretaría de Comunicaciones y Transporte llevan un operador de legado (chascarrillo) que nunca termina de desembocar en ningún mar.

Aunque, si de capricho dijeramos que el problema de las telecomunicaciones en México es la interconexión, Telcel tiene la culpa. Si dijeramos, de capricho otra vez, que el problema es el múltiple play la culpa la tienen los que no quieren a Telmex en el triple play. Y muchos caprichos más podríamos nombrar: las innumerables (bueno, cerca de 50) acciones de amparo en contra de la licitación 21 (que se adjudicó Nextel-Televisa y que finalmente el consorcio se rompió y quedó el operador solo), los otros tantos amparos en contra de las resoluciones de la Cofetel, que Nextel dice que el problema de la interconexión es Telcel y Telefónica, y se reúne con Axtel y Marcatel para hacer un acuerdo de interconexión por fuera del regulador, Telmes reclamando el triple play, los procesos y pedidos presentados por legisladores en contra de todo lo que la Cofetel hace, y el tedio de continuar mencionando me detiene.

Esta semana el vicepresidente corporativo de Nextel, Gustavo Cantú, dijo que las tarifas de interconexión al ser un componente importante en el costo de los operadores deben convertirse en política pública. Y el concepto de política pública que sale de la empresa coincide con la perspectiva que el presidente del pleno de la Cofetel refiere siempre sobre el accionar del organismo. Parece un llamado a un Estado con presencia y con fuerza en telecomunicaciones que introduzca esa perspectiva de fondo en el marco jurídico para el sector.

Si bien el Presidente Felipe Calderón en el mes de noviembre del año pasado apeló a todos los actores vinculados sobre la necesidad de una reforma en el sector de las telecomunicaciones, la Cofetel tiene personal que no le alcanza para controlar a la cantidad de operadores que hay en el país.

Los problemas de telecomunicaciones distan de ser caprichosos y son complejos, pero sea lo que sean, el contexto de las telecomunicaciones en la región exige una solución de fondo para reformar el sector que pueda erradicar los decretos y recursos de amparo por un marco específico y concreto de regulación. Hace pocos años que las legislaciones en Latinoamérica dejaron de pensarse para solucionar un problema del presente que se arrastra del pasado para proyectar y establecer condiciones favorables para los futuros escenarios posibles. El legado jurídico y de mercado —con sus jugadores y su personalidad— parece el árbol que tapa el bosque. Una nueva ley de telecomunicaciones para México.

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