Con la mira puesta en banda ancha, Argentina se acerca a Brasil y Chile

Actualmente, Argentina ocupa el segundo lugar en América Latina en términos de penetración de banda ancha, con un índice cercano al 10,7 por ciento. Los números arrojados por el último Barómetro de Banda Ancha de Cisco muestran que desde diciembre de 2009 a mayo de 2010 el mercado argentino tuvo un crecimiento del 10,6 por ciento de las conexiones totales (5,6 por ciento de incremento de las conexiones de banda ancha fija y un 41,1 por ciento de aumento en el segmento de banda ancha móvil). Durante este período fueron añadidas 492.000 nuevas conexiones y el número de accesos a nivel nacional ronda los cuatro millones.

Sin embargo, el plan del Gobierno es ampliar aún más la base de habitantes conectados a la red de redes, por lo que inició 2011 con diferentes proyectos orientados a lograr este objetivo. La reciente visita al país de Dilma Rousseff, la Presidenta de Brasil, sirvió para la firma de diversos acuerdos bilaterales, entre los que se encuentra un plan de acción conjunto para acelerar el avance de los proyectos “Argentina Conectada” y “Plano Nacional de Banda Larga”, de Argentina y Brasil respectivamente. Uno de los puntos más importantes del acuerdo abarca la integración de las redes de telecomunicaciones estatales, utilizando la infraestructura de la brasileña Telebras y la local Arsat, para lograr la masificación del acceso de banda ancha entre 2011 y 2015.

Pero no todo queda por allí. La cooperación entre Argentina y Brasil se dará también en otros frentes, como por ejemplo, el intercambio de las experiencias en la implementación de fibra óptica realizado por los operadores nacionales para desarrollar redes estatales, el despliegue de conductos para el tendido de fibra óptica entre ambos países, convenios para la producción de dispositivos como módems y antenas, y el trabajo conjunto para lograr la construcción de un cable submarino en el Océano Atlántico. Otros puntos abarcan temas de políticas, experiencias en el área de legislación y normas regulatorias y financiamiento.

Un claro gesto de la importancia que tiene la masificación de la banda ancha para ambos gobiernos se infiere por la presencia del ministro de Comunicaciones brasileño, Paulo Bernardo, en la comitiva que acompañó a Dilma Rousseff en su primera visita protocolar en ejercicio de su cargo. Durante las reuniones el propio Bernardo señaló que el Gobierno argentino “está dando la mayor prioridad para avanzar rápido en garantizar el amplio acceso a Internet y a las nuevas tecnologías”. Por su parte, Julio de Vido, ministro de Planificación Federal, resaltó los esfuerzos que el gobierno realiza para ampliar la cobertura de Internet gratis en espacios públicos y escuelas.

Además de las tratativas con su principal socio en el Mercosur, Argentina inició a fines del año pasado gestiones con su vecino trasandino, Chile, para reducir los costos de la banda ancha para los proveedores que, a su vez, se traspasaría a los usuarios finales. Según los medios locales, hace dos semanas se reunieron en Chile representantes de los dos países, durante la III Reunión Binacional de Ministros Chile-Argentina, celebrada en Santiago de Chile, para firmar un protocolo bilateral y dar continuidad al proyecto “para hacer los esfuerzos regulatorios necesarios para interconectar los puntos de acceso principales de cada uno (conocidos como NAP), para permitir una comunicación directa entre ambos”.

Lo que busca, tanto Argentina como Chile, es incrementar la interconexión entre ambas naciones mediante fibra óptica y mejorar la calidad del servicio, al tiempo que se logra una alternativa al tráfico de datos, cuyo 70 por ciento actualmente pasa necesariamente por enlaces en Miami, Estados Unidos, lo que implica un encarecimiento de los costos. Un enlace en el Cono Sur reduciría los costos que implican el gran recorrido de los datos, a la vez que se reducen los riesgos de fallas y siniestros que pueden dejar amplias zonas de la región sin acceso.

De acuerdo con la prensa chilena, la empresa colombiana Internexa y la mexicana América Móvil están interesadas en participar de este proyecto y aseguran que “de no verse interés por parte de los privados en ciertos puntos, la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) de Chile ya piensa en subsidios para que existan estas interconexiones y, además, en los próximos meses la autoridad nacional prevé hacer lo mismo con Brasil -que estaría trabajando ya en un proyecto para instalar su propio cable submarino hacia Europa en lo que sería importante inversión propia”.

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