Revolución: el mercado pide redes móviles laicas

La teoría hace años que se gestó. Pero como toda teoría el “timing” es crucial para caer  en la categoría de genio o en la de loco. La ventaja del sector de las telecomunicaciones es que se mueve tan rápido que los que en el pasado parecieron decir “bobadas” han podido vivir para ver hecha realidad su visión y pasar de la categoría de “loco” a la de “visionario” en vida. Ahora, otros menos visionarios, pero sí valientes, se atreven a poner en práctica la teoría de las redes “móviles laicas”.

Imagínense que una red móvil actual es como un país, donde la infraestructura es el Estado y los servicios la Iglesia. Hasta hace poco dos entidades tan entrelazadas que su división atentaba contra todo lo conocido. Algunos teóricos europeos llegaron a sugerir que en el futuro lo natural sería contar con dos redes de infraestructura móvil y varios operadores ofreciendo servicios. Los europeos en parte se sienten dueños de una realidad que ellos gestaron cuando decidieron llevar a todos los operadores, por obligación, a GSM. Un acierto que también se inició con una teoría sobre la unificación de tecnologías, su escala, proliferación y crecimiento en nuevos servicios (SMS, roaming, etc).

Pero hablar de dos súper autopistas que no controlan los servicios como peajes o gasolineras es vista como un extremo teórico sin ninguna posibilidad de llevarse a la práctica en el corto plazo. Como mucho, recientemente, los operadores han abierto sus redes a tener religiones minoritarias en forma de MVNOs con las que demostrar que la teoría de separar Estados e Iglesia sólo funciona en diminuto.

No contaban los operadores móviles —evidentemente los operadores han sido los que más están tardando en ver que la revolución ya hace años es más que una teoría—con que la tecnología móvil iba a evolucionar tan rápido que los ciclos de inversión en infraestructura se iban a acortar de forma peligrosa. En una década los operadores han invertido millones en implementar tres tecnologías diferentes: GSM, WCDMA y LTE. Hay operadores que van camino incluso de invertir en una misma década en cuatro, como los operadores que pasaron de TDMA y CDMA a GSM y que ya piensan en LTE para el año que viene, como AT&T.

Además, los avances tecnológicos en redes móviles casi siempre han penalizado a los operadores con la necesidad de invertir en mayores activos espectrales. Cuantos más acumulaban, más necesario ha sido no dejar escapar cualquier activo espectral que se licita.

Es decir, el Estado (la infraestructura de los operadores) ha ido creciendo en varias direcciones, acumulando una estructura cada vez más compleja e ineficiente, con más elementos que controlar e integrar. Y un Estado de mayor tamaño y que invierte más debe aumentar la generación de ingreso, casi siempre aumentando los impuestos. Pero en el caso de los operadores móviles, el impuesto medio por usuario en lugar de aumentar, decrece.

Dicha realidad choca frontalmente con el nacimiento de nuevas corrientes filosofales y espirituales. Religiones nuevas que son capaces de atraer a muchos creyentes en poco tiempo (Facebook, por ejemplo). Nuevas corrientes que absorben parte de los ingresos y que emergen con estructuras más simples, sin la carga de tener que mantener tantos activos físicos o espectrales.

La historia se sigue escribiendo pero la semana pasada el CEO de Yota en Rusia, Dennis Sverdlov, decía al anunciar una inversión de 2.000 millones de dólares en una red LTE, que los operadores del futuro no serán dueños de las redes y los servicios. Un CEO de un operador WiMAX que vende retail, se prepara para invertir en una nueva tecnología, pero no contempla además embarcarse en la venta de servicios. La inversión de Yota quiere demostrar al mercado que Estados e Iglesia pueden operar separados. Es más, viene a demostrar que es mejor que operen por separado.

Sverdlov no es un visionario, es un valiente que se atreve a poner en marcha el modelo teórico. La inversión de Yota para ofrecer servicio LTE a los operadores móviles de Rusia para que estos los revendan a sus usuarios es superior a toda la inversión que destinarán los operadores en China en implementar sus redes LTE hasta el 2014, año en que la red de Yota debería estar completada. El plan de Yota ya tiene detractores en Rusia. Proveedores de LTE y gobierno siguen queriendo mantener a ambas entidades unidas y ya maniobran para licitar espectro para los operadores móviles rusos para que la oferta Yota no tenga éxito.

Por suerte para la teoría, el CEO de Yota tampoco es el primero en querer llevarla a la práctica. Antes quisieron llevar este modelo a la práctica operadores como Sprint con su red WiMAX a través de su asociación con ClearWire. Su demostración, por ahora está lejos de ser exitosa, pero ha sido lo suficientemente robusta como para tentar a varios operadores a poner en marcha negocios similares.

En Estados Unidos también está naciendo LighSquare, un operador de operadores que ofrecerá capacidad LTE a los operadores de ese mercado. El CEO de MetroPCS, Braxton Carter, uno de los operadores de ese mercado que ha lanzado LTE, declaraba con cierta ironía: “Si ellos (LightSquare) pueden obtener financiación y si ellos pueden construir su red (LTE), su oferta es una oportunidad maravillosa para nosotros”. Dos incógnitas y una certeza reveladoras que demuestran que la teoría está pasando al estado de prácticas, lo que no significa ni que vaya a funcionar ni que los operadores renieguen de ella.

Entre el nacimiento de los MVNOs, los nuevos operadores de operadores móviles, los contratos que firman los operadores con sus proveedores para que les manejen ciertos activos de sus redes y el crecimiento de cerebros que crean aplicaciones y que quieren tener acceso a ciertas funcionalidades de las redes a través de APIs, el mercado está enviando demasiadas señales como para ser ignoradas. Como está sucediendo en los países del Norte de África y Medio Oriente, la revolución ya está en marcha.

Cuenta con más de 22 años de experiencia cubriendo el sector de las telecomunicaciones para América Latina. El Sr. Junquera ha viajado constantemente alrededor del mundo cubriendo los eventos de mayor relevancia para la industria en América, Europa y Asia. Su experiencia académica incluye un BA en periodismo escrito por la Universidad de Suffolk en Boston, MA, y un Master en Economía Internacional en la misma institución.

Recuperar contraseña

Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.