Alemania es uno de los mercados de telefonía móvil más competitivos de Europa y las operadoras ya analizan cómo será la evolución a largo plazo para enfrentar las inversiones necesarias por el mayor tráfico de datos. En una entrevista concedida a Bloomberg, Rene Schuster, director de Deutsche Telekom Alemania (que opera en telefonía móvil bajo la marca T-Mobile), calificó como “muy pequeño” al mercado local y adelantó la necesidad de que las cuatro compañías (T-Mobile, Vodafone, Telefónica O2 y E-Plus) sumadas a los operadores móviles virtuales comiencen a planificar un proceso de consolidación. Es decir, que se lleve a cabo una fusión y así compensar el aumento de gastos -y pérdidas- que las empresas viven por estos días.
Claro que los cambios en el mercado no serán inmediatos, sino que irán teniendo lugar en un proceso que se extenderá de tres a cinco años, según pronosticó el ejecutivo.
Por ahora, la fusión, más que una estrategia, es una invitación al resto de los operadores de parte de T-Mobile, compañía que ha comenzado a perder su participación en el mercado. La caída del 37,4 por ciento de sus beneficios netos durante el primer trimestre es un buen indicio para situarse en estado de alerta y repensar la situación.
El historial europeo no es para nada extenso en cuanto a fusiones y sólo registra la fusión que se hizo en el Reino Unido de T-Mobile (Deutsche Telekom) y Orange (France Telecom) durante el 2010 cuando lanzaron Everything Everywhere, la unión de sus filiales de telefonía móvil.