Nokia, un gigante lleno de incertidumbres

El histórico fabricante de celulares anunció que pone punto final a la marca Ovi para reemplazarla por Nokia Services y de esta manera centralizar la identidad de sus servicios bajo un único nombre. La transición será gradual y los cambios se verán plenamente reflejados una vez que llegue el 2012. Pero este es sólo un capítulo más en la tormentosa saga de Nokia que en los últimos tiempos ha tomado decisiones inesperadas.

Ahora el bloguero Eldar Murtazin se encargó de difundir un rumor difícil de creer: Microsoft compraría el negocio de fabricación de celulares de Nokia. De esta manera, la trama vuelve a dar un giro de 180 grados y deja en vilo al mercado que, por el momento, escucha con demasiada desconfianza el último rumor que es un pasaporte al mundo de lo absurdo.

Primero apostó por un sistema operativo propio, pero Symbian no vuela alto y cuando Android parece el camino que garantizaría el éxito, los finlandeces cedieron ante la “supuesta” presión de los operadores europeos y estrecharon la mano con Microsoft. El desafío es algo ambicioso para los optimistas, utópico para los filósofos y difícil de concretar para los realistas. Lo que Microsoft busca es competir seriamente con el sistema operativo de Google, ya que, de manera progresiva, Android se está convirtiendo para los móviles lo que Windows significa para las computadoras. Lo que el fabricante finlandés le puede ofrecer le viene como anillo al dedo a Microsoft que poco tiene para perder con el acuerdo. Es decir, el líder en software parece ser el más beneficiado.

Y la pregunta que queda en el aire es ¿qué busca Nokia? Ganar mercado, sí. Pero ¿por qué junto a Microsoft? ¿Por qué no asocia su imperio de hardware a Android y crean un dispositivo que sea imbatible? ¿Por qué cede ante “posibles” presiones externas y no asume su grandeza? Lo llamativo de esta situación es que la respuesta es dificíl de desarrollar para los analistas pero también para los propios ejecutivos de Nokia. Su historial de decisiones y estrategias así lo demuestran. Más que especialistas en telecomunicaciones y finanzas, para analizar la situación que atraviesa Nokia es necesario consultar a un psicólogo que explique esta falta de auto estima y toma de decisiones sorprendentes.

El último rumor vuelve a cambiar todo el panorama. Murtazin se ha caracterizado por publicar rumores que al poco tiempo terminan en confirmación. Fue en su sitio donde se anunció el acuerdo de Nokia y Microsoft, dos meses antes de que apareciera cualquier comunicado oficial. Ahora lanzó la bomba sobre la venta que por el momento sólo puede ser considerada como un absurdo. Nokia forma parte de las entrañas de su país de origen y es el actor principal de su economía. Sus ganancias han llegado a ser más altas que el presupuesto con el que cuenta el gobierno finlandés. El avance en las negociaciones generaría una revolución política en aquel país que apenas supera los cinco millones de habitantes.

Por otro lado, no se explica por qué Microsoft dejaría de dedicarse exclusivamente a la industria del software para pasar a la fabricación de dispositivos, cuando su único antecedente en este campo es la consola de videojuegos Xbox en un mercado donde sólo caben dos jugadores y medio, no más de una decena como el el mundo celular. Además, el resto de los fabricantes no verían con muy buenos ojos el nuevo rol y se negarían a incorporar su sistema operativo a sus equipos y ese es justamente el objetivo que Microsoft persigue hace tiempo. El acuerdo no cierra por ningún lado y es poco probable que se concrete pero que exista el contexto para que el rumor circule con fuerza no deja de ser una alerta y otro síntoma de la incertidumbre en las altas esferas de Nokia.

Es cierto que el que no apuesta no gana. Y si bien la penetración de Nokia está en baja, aún mantiene un treinta por ciento de dominio en el mercado de los smartphones y cuenta con el respaldo de su liderazgo histórico. ¿Sabrá acomodar a tiempo sus fichas antes que la ruleta deje de girar? La respuesta vendrá en el próximo capítulo de Nokia y su historia, llena de suspenso.

César Salvucci es un periodista argentino egresado del instituto Taller Escuela Agencia (TEA) y actualmente cursa la carrera de Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires. Sus primeros pasos en el periodismo fueron en el área cultural, dentro de la Fundación Proa. Más tarde trabajó en la redacción del diario Clarín y luego se destacó como cronista televisivo para el portal Prensa Política, donde siguió de cerca la agenda nacional e internacional entrevistando a las figuras más relevantes de la esfera política. Ahora forma parte del canal de noticias CN23 y desde mayo de 2011 escribe para TeleSemana.com haciendo foco en los sucesos más importantes del sector de las telecomunicaciones en América Latina y el Caribe.

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