Los cambios en Telebrás pueden afectar las reglas del PNBL

El 28 de mayo pasado, en una nota publicada por el diario O Globo, se aseguró que Paulo Bernardo, ministro de Comunicaciones de Brasil, había invitado al secretario ejecutivo de la Cartera a asumir la presidencia de Telebrás, actualmente en manos de Rogério Santanna. Se especulaba con que Cezar Alvarez, actual secretario ejecutivo del Ministerio de Comunicaciones, podría ser el nuevo titular del operador estatal, pero esta opción fue descartada por el Gobierno. Finalmente ayer, miércoles 1 de junio, se formalizó la salida de Santanna y la designación en su reemplazo de Caio Bonilha, que hasta ahora se desempeñaba como director comercial de Telebrás.

Según la prensa especializada de Brasil, la relación entre Santanna y Bernardo era conflictiva, lo que explicaría en gran medida la salida del actual presidente de Telebrás y la pérdida de contacto entre el operador y el Gobierno en las últimas semanas. Hasta el momento, Telebrás no fue llamada por la Presidenta Dilma Rousseff para definir los detalles de la participación del operador en el Plano Nacional de Banda Larga (PNBL, Plan Nacional de Banda Ancha).

A todo esto, la salida de Santanna de Telebrás podría cambiar las reglas del PNBL. El proyecto original, diseñado y seguido bien de cerca por el anterior Presidente brasileño, Lula Da Silva, tenía a Telebrás como columna vertebral de la iniciativa, con un papel preponderante. La idea de Lula apuntaba a que Telebrás debería disponer de una red que fuera capaz de llevar acceso de banda ancha a nivel nacional, en zonas con habitantes de clases menos favorecidas donde el sector privado se negara a invertir para brindar el servicio. No obstante, desde la asunción de Dilma, el discurso radical de Lula y el apoyo a un Plan Nacional de Banda Ancha con un fuerte perfil estatal y popular ha ido desplazándose hacia un lado con más consenso y mayor participación del sector privado, principalmente de las incumbentes.

Este cambio que parece sólo superficial, en realidad cambia todo el concepto del PNBL tal como fue diseñado originalmente, sobre el eje de una red nacional de transporte de datos que se mantuviera al margen de las disposiciones de los operadores privados de telefonía, incluyendo los aumentos de precios impuestos por éstos. Todo esto, a su vez, está relacionado con las nuevas metas de universalización, otro tema candente en la política de las telecomunicaciones que generaron otras modificaciones de funcionarios: Nelson Fujimoto, secretario de Telecomunicaciones, fue cambiado por el ministro Bernardo. En su lugar asumió Maximiliano Martinhao, indicado directamente por João Resende, Consejero de la Agência Nacional de Telecomunicações (Anatel). Tal vez el pecado de Fujimoto haya sido manifestarse contra el acuerdo del Ministerio con las incumbentes por el Terceiro Plano Geral de Metas para a Universalização (PGMU III, Tercer Plan General de Metas para la Universalización). Fujimoto dijo no sentirse cómodo al firmar el convenio que, desde su punto de vista, significaba frágiles contrapartidas ofrecidas por las telefónicas para la oferta de los servicios de banda ancha y la capitulación del Gobierno, que detuvo el crecimiento de Telebrás.

Todos estos cambios se dan en un momento clave: se había anunciado el comienzo del PNBL y que las primeras cinco ciudades brasileñas que formarán parte del mismo serían conectadas en los próximos dos meses. Telebrás ya estaba lista para llevar a cabo la tarea que le fue encomendada cuando fue reflotada por el Presidente Lula Da Silva: actuar para favorecer la inclusión digital y llevar acceso de banda ancha a los sectores menos favorecidos del país, con precios populares, además de proveer de una amplia red de transporte de datos para el Estado. El objetivo a lograr es que para 2014 el número de brasileños con acceso a Internet debe duplicarse, es decir, pasar de los 20 millones que existen actualmente a 40 millones de usuarios en tres años. En cuanto al precio, la presidenta Dilma exige que sea de unos 35 reales (cerca de 21 dólares) por una conexión de 1 Mbps, pero puede incluso que estos valores se reduzcan más.

Más allá de los cambios reales que pueden apreciarse con un breve análisis, aún queda por resolverse cuestiones fundamentales, entre ellas si la Presidenta Dilma dará marcha atrás con la asignación de cerca de 1.000 millones de reales, (unos 632 millones de dólares) que estaban previstos para que Telebrás comandara el PNBL. Lo cierto, por el momento, es que el juego político puede cambiar por completo el PNBL, algo que hasta hace unos días parecía imposible.

Lucas Ledesma es un periodista que cubre el sector de telecomunicaciones y tecnologías de la información desde 2004. Ha trabajado y colaborado en diversos medios digitales e impresos relacionados con estos sectores. En abril de 2007, se unió a Tele-Medios como editor de TeleSemana.com. Su formación académica incluye la licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina) y un posgrado en Gestión Estratégica de las Comunicaciones en la Universidad de Belgrano (Ciudad de Buenos Aires, Argentina).

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