¿Está China nivelando las fuerzas de influencia con Europa y EE.UU.?

Paulatinamente, América Latina va incorporando mercados no tradicionales como sus principales socios comerciales. En el último año, las inversiones chinas crecieron un 286 por ciento, alcanzando los 15.584 millones de dólares, según la consultora Deloitte & Touche. Es que la región parece virar sus alianzas en la misma sintonía que marca su color ideológico. En un conglomerado de presidentes caracterizados por gestiones de centro-izquierda -donde sólo desentonan el chileno Sebastián Piñera, el mexicano Felipe Calderón y el colombiano Juan Manuel Santos-, China resulta el aliado preferido a la hora de cerrar acuerdos.

Si bien los registros indican que las inversiones se concentraron en energía y recursos naturales, China ha ido incrementando su despliegue tecnológico al otro lado del globo terráqueo. Brasil cautivó durante el último año el 59 por ciento de las inversiones chinas y se posiciona como una importante base de desarrollo tecnológico en Sudamérica.

Con 12.000 millones de dólares, Foxconn prepara su desembarco en San Pablo, donde probablemente producirá celulares y tabletas de Apple. Aunque la apuesta no concluye ahí. Desde el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil esperan que se construya una “ciudad inteligente” donde se fabricarían pantallas LCD que serán destinadas a una amplia gama de productos, desde televisores de alta definición hasta tabletas. Huawei también hizo públicas sus intenciones de invertir 350 millones de dólares para la instalación de un centro de investigación y desarrollo dentro de Brasil. El fabricante chino entiende que es un importante mercado por su economía estable y crecimiento, pero también destaca la oportunidad que representa el desarrollo del sector para proveedores de equipamientos y servicios de telecomunicaciones.

En su gira por China, la presidenta Dilma Rousseff aprovechó para cerrar un acuerdo con ZTE, que invertirá 200 millones de dólares para construir un parque industrial, investigación y desarrollo tecnológico. El mismo fabricante había destinado 11 millones para instalarse en el departamento de ingeniería eléctrica de la Universidad de Chile, donde ahora funciona un laboratorio LTE.

Uno de los incentivos que el gobierno brasilero utiliza para atraer grandes inversiones es garantizar a las firmas de alta tecnología un trato especial en todo lo referido a impuestos. Una tendencia también adoptada por Argentina que busca consolidar un polo tecnológico al sur, más precisamente en Tierra del Fuego. Y China está haciendo caso al llamado.

“Tierra del Fuego se convirtió en un imán para las inversiones de empresas tecnológicas y Huawei no es la excepción, así ya superaremos los seis millones de celulares surgidos de ese polo tecnológico”, indicó Débora Giorgi, ministra de Industria de Argentina. El fabricante tiene operaciones en el país desde hace 10 años y produce tres modelos de celulares gracias a sus alianzas con BGH y Newsan. Por otro lado, TCL confirmó inversiones en el sur argentino por más de 20 millones de dólares para la fabricación de celulares, computadoras, tabletas y televisores. Este último producto es el preferido por el gobierno argentino que busca impulsar el despliegue de la Televisión Digital Terrestre.

El gerente general de Huawei Argentina, Jim Li, le detalló en una reunión con la ministra argentina que su empresa está decidida a incrementar las inversiones para diversificar su producción en el país y tener mayor participación en el mercado ampliado del Mercosur, que además de Argentina, integran Brasil, Paraguay, Uruguay -próximamente Venezuela- y cuenta con la adhesión de Bolivia, Chile, Colombia, Perú, Ecuador y México.

Pero las inversiones de la tierra de Mao están lejos de ser un cuento chino y se multiplican en cada país de la región. En Venezuela, ZTE cuenta con el 15 por ciento de la fábrica Venezolana de Telecomunicaciones (Vtelca), donde se fabrica el ZTE 366, más conocido como “Vergatario”. El primer celular ensamblado en el país y al que Chávez elogia como si se tratara de su propio hijo. A este se le suma la colaboración de ZTE como proovedor del servicio de TDH de Cantv.

En el caso de Bolivia, Evo Morales seguramente reconozca la siguiente escritura: 卫星. Efectivamente, aquello significa “satélite” en chino, precisamente lo que la nación oriental está construyendo para mejorar las telecomunicaciones bolivianas.

¿El futuro de las telecomunicaciones en Latinoamérica será “Made in China”? Si bien resultaría necio y descabellado pronosticar una extinción de los tradicionales inversores europeos o norteamericanos en la región, es cierto que muchos de ellos ya están sintiendo las amenazas de los acuerdos con China como patadas de Jackie Chan. Por eso, fabricantes como Ericsson apuran despliegues en Latinoamérica para no convertirse en leyendas relatadas en mandarín.

César Salvucci es un periodista argentino egresado del instituto Taller Escuela Agencia (TEA) y actualmente cursa la carrera de Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires. Sus primeros pasos en el periodismo fueron en el área cultural, dentro de la Fundación Proa. Más tarde trabajó en la redacción del diario Clarín y luego se destacó como cronista televisivo para el portal Prensa Política, donde siguió de cerca la agenda nacional e internacional entrevistando a las figuras más relevantes de la esfera política. Ahora forma parte del canal de noticias CN23 y desde mayo de 2011 escribe para TeleSemana.com haciendo foco en los sucesos más importantes del sector de las telecomunicaciones en América Latina y el Caribe.

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