La apertura del mercado llega con el ICE saturado

Algún día no muy lejano, ancianos costarricenses le pedirán a sus nietos que le den un recreo a sus pulgares ejercitados por el uso de smartphones para contarles cómo eran las cosas tiempo atrás. “Güilas, hace algunos años todo esto no existía”, dirán con nostalgia ante sus nietos que, seguramente, prestarán poca atención porque ya estarán acostumbrados a hablar o escuchar de Movistar, Claro o de algún otro operador privado.

Costa Rica comienza a dar los primeros pasos en la apertura del mercado, luego de casi cinco décadas del monopolio del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). Precisamente, el operador estatal prepara estrategias ante la inminente llegada de Telefónica y América Móvil y el surgimiento de operadores móviles virtuales (MVNOs).

En una primera lectura llama la atención que el ICE ofrezca su red para el despliegue de MVNOs, cuando sistemáticamente desde la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) alertan sobre la saturación de la red, al mismo tiempo que las quejas de los usuarios por fallas en el servicio se multiplican de a miles. ¿Cómo un operador con una red congestionada es capaz de ofrecer capacidad a terceros?

Primero fue el acuerdo con Teletica, que ya se encuentra operando a través de la marca comercial Tuyo Móvil, convirtiéndose así en el primer MVNO del país. Luego firmó un acuerdo con el consorcio Virtualis, formado por las empresas minoristas de productos electrónicos Grupo Monge y Casa Blanca y, ahora, no se descarta que Telefónica utilice su infraestructura para comenzar a operar cuanto antes en el mercado local.

Es como si un enfermo cardíaco se encaprichara en conseguir nuevos amigos para correr maratones. Sencillamente algo no cierra, y no somos nosotros quienes lo diagnosticamos, sino la propia Sutel. Recientemente, el organismo fijó una fecha límite para que el ICE amplíe la capacidad de sus redes GSM y 3G. Si antes del 19 de julio no resuelve la saturación, recibirá una sanción por las constantes fallas que tienen los usuarios a la hora de realizar una llamada.

Según explica El Financiero, el problema surge porque el ICE sobrevendió en 128.036 usuarios las tecnologías GSM y 3G. De esta manera, se confirmó que el operador cuenta con 2.950.000 de licencias adquiridas a las compañías Ericsson y Huawei, pero tiene suscritos 3.078.036 usuarios. El informe de la Sutel revela que para la segunda semana de enero, un 25 por ciento de las radiobases se encontraba con niveles superiores al umbral de congestión permitido en el país.

Ante este panorama, resulta alarmante que el ICE cierre acuerdos para cobijar MVNOs, pero claro se está dejando escapar un detalle no menor. Pese a que la penetración de telefonía móvil en Costa Rica es del 75 por ciento -por lo que hay márgenes de crecimiento-, durante una primera etapa, el mercado se reacomodará con el caudal actual de usuarios. Y es allí donde el ICE arma la estrategia para no entrar en agonía directa.

Hace poco tiempo, una encuesta de Unimer publicada por La Nación revelaba que el 51 por ciento de los usuarios del ICE está interesado en migrar de compañía. El sondeo realizado a 1.202 personas -con un margen de error de 2,8 por ciento- arrojó que sólo un 23 por ciento considera poco probable la idea de cancelar su contrato con el operador estatal. Ante la factible posibilidad de perder la mitad de sus clientes, el ICE busca redireccionar ingresos a través de MVNOs hasta tanto Movistar y Claro se consoliden con sus propias redes.

Si bien la apertura de las telecomunicaciones se llevará buena parte de un emblema estatal, la nueva etapa del sector está lejos de ser una pérdida para el país. El abuelo que inicie este relato deberá acompañar la nostalgia de los años dorados del operador estatal con la oportunidad de crecimiento que representó la entrada de nuevos jugadores y con la enorme oportunidad que generó: mejorar el servicio, reducir la brecha digital, generar más de 40.000 puestos de empleos y mover cerca de 1.000 millones de dólares anuales, según cálculos que hace el Gobierno.

César Salvucci es un periodista argentino egresado del instituto Taller Escuela Agencia (TEA) y actualmente cursa la carrera de Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires. Sus primeros pasos en el periodismo fueron en el área cultural, dentro de la Fundación Proa. Más tarde trabajó en la redacción del diario Clarín y luego se destacó como cronista televisivo para el portal Prensa Política, donde siguió de cerca la agenda nacional e internacional entrevistando a las figuras más relevantes de la esfera política. Ahora forma parte del canal de noticias CN23 y desde mayo de 2011 escribe para TeleSemana.com haciendo foco en los sucesos más importantes del sector de las telecomunicaciones en América Latina y el Caribe.

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