A la flamante fórmula presidencial que ganó las elecciones en Perú poco parece importarle el refrán que es tan viejo como sabio. Las recientes declaraciones de la vice presidenta electa Marisol Espinoza sólo sirven para desconcertar al sector empresarial con el que se buscaba conciliar tras la victoria en las urnas.
Hace algo más de un mes desde TeleSemana.com advertíamos que las inversiones en telefonía móvil previstas para los próximos dos o tres años en Perú superaban los 2.760 millones de dólares y que pese a que la victoria del nacionalista Ollanta Humala las había hecho tambalear, la rápida reacción había logrado ahuyentar la desconfianza de los empresarios.
A las pocas horas de haberle ganado la segunda vuelta a la neoliberal Keiko Fujimori, los asesores de Humala le permitieron seguir pregonando su ideología de izquierda, pero le rogaron que no emulara a Hugo Chávez. Es que resulta impensado que alguien se atreva a hacer peligrar el crecimiento económico que ha tenido el país durante los últimos años.
Por este motivo llama la atención que el Gobierno entrante haya puesto en duda la continuidad del contrato con Telefónica, empresa que tiene previsto una inversión de 1.500 millones de dólares hasta el 2013. Tras los comicios- una de las primeras conclusiones de Humala había sido: “Las decisiones que yo tome como presidente electo pueden calmar las aguas, pero también pueden agitarlas”.
El cuestionamiento de su vice las agitaron bastantes y la marea está peligrosa. Según Perú.21, Telefónica envió un comunicado al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) donde sostiene que “los contratos se encuentran vigentes de acuerdo con el marco legal y que la Ley de Telecomunicaciones establece el derecho de renovación de dichos convenios”.
Por su parte, el actual Gobierno intentó calmar los ánimos e indicó: “el mercado requiere señales claras de respeto a la seguridad jurídica y la promoción de las inversiones privadas. No vamos a dejarle un problema al próximo gobierno en el sector de telefonía móvil. Todo lo contrario, estamos incluyendo importantes beneficios y compromisos por parte de Telefónica Móviles para la renovación de su concesión de Lima y Callao”.
Me animo a arriesgar -a una semana de la asunción- que el nuevo Gobierno intentará remendar torpezas discursivas que generen un malestar innecesario. Parece una rebuscada ironía, pero Humala arrancará su mandato con el pie izquierdo, en todos los sentidos. Además del revuelo que causó las declaraciones de su vice, su imagen positiva cayó 29 puntos porcentuales (de 70 a 41 por ciento) luego de un “escandaloso” viaje de su hermano a Rusia para negociar contratos de gas.