La mega multa a Telcel empieza a diluirse por un nuevo enredo jurídico

A finales de junio publicábamos en TeleSemana.com como los abogados de Telcel (América Móvil) se había convertido en los empleados del mes gracias a haber encontrado una forma de bloquear la fuerte multa de 1.000 millones de dólares que la Comisión Federal de Competencia (CFC) le había impuesto al operador por prácticas monopólicas en el mercado de terminación de llamadas a instancias de una denuncia de Megacable. En las últimas horas llegan noticias desde ese mercado que anuncian que la sanción queda, por ahora, en el congelador debido a un lío jurídico que será tan de récord como la propia multa.

Es difícil aclararse sobre el embrollo que se ha liado después del anuncio de la súper multa a Telcel, ya que entre juzgados; las desavenencias dentro de la propia CFC entre sus miembros; Megacable, empresa que acusó a Telcel de las prácticas monopolísticas; y la propia Telcel no se sabe muy bien por donde explotará esta olla a presión. Todo indica que el anuncio de la multa quedará en un magnífico titular y miles de debates que se habrán producido dentro y fuera de México al respecto. Desde TeleSemana.com ya teníamos la sospecha de que esta multa tenía pocas boletas de ejecutarse. Una sensación que ahora se extiende entre los medios de ese país, que tienen cierta dificultad para poder darle coherencia a una historia que tiene demasiadas aristas como para no pincharse con una de ellas.

Lo que queda claro en México, una vez más, es que la mejor forma de evadir una responsabilidad jurídica es enredarla lo máximo posible, algo que sucede fácilmente y en cadena con un simple chispazo legal. Porque si Telcel acusa al presidente de la CFC de ser imparcial, al igual que algunos de sus colegas de oficina en el ente público, se abre un proceso. Si Megacable, empresas denunciante, no está conforme con que se bloquee el voto del Presidente de la CFC, se inicia otro  colindante con el primero. Si el propio Presidente inicia el suyo particular, nos encontramos ya con un complejo tejido legal que frena durante meses o quizás años una decisión final.

La solución más lógica, dado este rompecabezas, será la de una decisión pactada entre las partes para que Telcel pague una multa muy inferior a la inicial para que el resto de piezas vuelva a encajar en su sitio como si nada hubiese pasado. A partir de ahí, a esperar a que alguien vuelva a tirar los dados del juego.