“A estas fechas ya habríamos alcanzado la cifra de más de 100 millones de líneas, pero al primer semestre del año hubo 95.2 millones. Sin este impuesto se habrían sumado más de cinco millones de líneas adicionales”, denunció Ernesto Piedras, director general de la consultora The Competitive Intelligence Unit (CIU).
Según una publicación del Informador, las voces que se alzan contra la aplicación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) se registran tanto en sectores empresariales, como académicos y asociaciones civiles. Todos sostienen que el impuesto golpea al bolsillo del consumidor y dificulta la penetración de los servicios de telecomunicaciones.
“Si le damos a las telecomunicaciones el carácter de bien de lujo no seremos un país competitivo y todo por sólo un afán recaudatorio, lo cual es una visión de corto plazo”, advirtió Gerardo Soria, presidente del Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones, organismo que impulsa la derogación del IEPS.