La extrema judicialización de los conflictos mexicanos acorrala a la competitividad

¿Se imaginan a un usuario teniendo que presentar un recurso de amparo cada vez que desea enviar un SMS? ¿O tener que presentar una demanda judicial cada vez que se quiera cortar una llamada? Impensadas situaciones que emulan al ridículo escenario de las telecomunicaciones en México, donde hasta para tomar aire y respirar tiene que haber un escribano presente que de fe.

Al largo historial de conflictos llevados al terreno judicial –donde siempre algo se logra, aunque más no sea la dilatación del asunto- ahora se suma el caso de Telcel y Telmex. Las empresas de Carlos Slim han conseguido que la Corte Suprema suspendiera la declaratoria de dominancia interpuesta por la Comisión Federal de Competencia (CFC).

De esta manera, el regulador se ve obligado a aceptar los recursos de reconsideración impuestos por las empresas y pese a que desde la CFC traten de minorizar el asunto, América Móvil logra dilatar la resolución que les otorga a sus operadores de telefonía fija y móvil el carácter de actores dominantes. “Esto va a llevar cuatro o seis semanas y de ahí nosotros tendríamos 60 días para decidir”, explicó el presidente del ente, Pérez Motta, adelantando que esto seguirá hasta fin de año.

Esto se traduce en que –en el mejor de los escenarios- recién en 2012 podrían llegar las regulaciones asimétricas para los operadores dominantes y el intento de diagramar un ámbito más competitivo.

En relación a esto, desde el Observatorio de las Telecomunicaciones en México (Observatel) plantearon la necesidad de cambiar el marco regulatorio vigente para agilizar la implementación de medidas exclusivas para las empresas con control mayoritario del mercado. “Se requiere una regulación más profunda en el tema de dominancia y de un rediseño institucional”, sostuvo la presidenta del organismo, Irene Levy.

Es que en el actual escenario mexicano, la CFC es la encargada de determinar si existe algún actor dominante y luego, la facultad de aplicarle medidas exclusivas pasa a la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel).

“El rediseño implicaría tener una sola instancia declarando dominantes a las empresas y dictando una regulación asimétrica o bien una fórmula en la que no pase tanto tiempo entre un paso y otro”, explicó Levy.

Pero nada en México se resuelve fácilmente y esto parece un imposible en el país en donde hasta los propios organismos oficiales se ven involucrados en controversias.

Observatel tomó partido y hace tiempo que viene reclamando mayores facultades para la Comisión Federal de Telecomunicaciones. Hace algunos meses Irene Levy pidió un marco jurídico para fortalecerla: “que la Subsecretaría de Comunicaciones desaparezca en el sentido que tiene ahora y sus facultades pasen a la Cofetel”, pregonó.

Desde el arco político comienzan a cuestionar este excesivo panorama de judicialización. “Así las cosas, ni abriendo el sector a 100 por ciento de inversión extranjera seremos capaces de atraer interesados al mercado mexicano a arriesgar importantes montos de inversión, cuando existe una elevada posibilidad de que ante la ineficacia regulatoria, tales inversiones terminen erosionadas y obliguen a los inversionistas a salir apresurados del país, como en su momento lo hicieron Bell Atlantic y posteriormente Vodafone. O qué, ¿acaso no se han preguntado por qué no han llegado nuevos inversionistas extranjeros al único mercado que sí está abierto completamente que es el de la telefonía móvil?”, cuestionó el diputado Gerardo Flores Ramírez.

El grado de disconformidad de los usuarios tampoco es novedad. La Procuraduría General del Consumidor (Profeco) explicó que el segundo trimestre de este año cerró con 29.045 denuncias, de las cuales 6.875 corresponden al sector de las telecomunicaciones, que de esta manera se convierte en el servicio que más reclamos generó entre los mexicanos. A una considerable distancia, se ubican las empresas de electricidad con 3.822 y turismo 2.114.

Precisamente -dentro del sector de las telecomunicaciones-, Telcel fue la empresa que más reclamos recibió con 1.526, secundada por Dish que cosechó 1.188 denuncias.

En TeleSemana.com ya nos preguntamos qué papel jugaba la Cofetel para generar mayor competitividad, ya que advierte y sanciona con multas sin lograr que exista más competencia entre los operadores. Está claro que las empresas evalúan económicamente sus estrategias y no es muy difícil llegar a la conclusión de que si pagar por la infracción es mucho más económico que invertir en un mejoramiento de la calidad del servicio, el negocio sigue siendo redondo y la multa, más que un correctivo, termina siendo una buena vía de escape.

Entre las multas que terminan siendo una mejor opción, la continúa judicialización de los conflictos, o la combinación de ambas, la competitividad en el mercado mexicano da la sensación de que llegará recién el día en que Don Ramón pague la renta al señor Barriga.

César Salvucci es un periodista argentino egresado del instituto Taller Escuela Agencia (TEA) y actualmente cursa la carrera de Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires. Sus primeros pasos en el periodismo fueron en el área cultural, dentro de la Fundación Proa. Más tarde trabajó en la redacción del diario Clarín y luego se destacó como cronista televisivo para el portal Prensa Política, donde siguió de cerca la agenda nacional e internacional entrevistando a las figuras más relevantes de la esfera política. Ahora forma parte del canal de noticias CN23 y desde mayo de 2011 escribe para TeleSemana.com haciendo foco en los sucesos más importantes del sector de las telecomunicaciones en América Latina y el Caribe.

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