Nokia: el imperio contraataca

Dicen en la cada vez más digitalizada industria del celuloide que las segundas partes nunca fueron buenas, y yo añado, excepto en la segunda entrega de Star Wars: The Empire Strikes Back. Y el Imperio Nokia acaba de lanzar su contraataque al mercado anunciando los primeros dispositivos con Windows: Lumia 800 y Lumia 710. Este es uno de los grandes anuncios en el sector que todos estábamos esperando, ahora habrá que comprobar si Nokia es capaz de refrescar su marca de forma que los que se entusiasmen sean los usuarios que deben comprarlos.

El anuncio del lanzamiento de los nuevos dispositivos se realizó en el Nokia World, que se está celebrando esta semana en Londres. Stephen Elop, CEO de Nokia, comentó que este lanzamiento representa un “nuevo amanecer” para el fabricante. Y es que dicen que se aprende más en la derrota que en la victoria y Elop dejó tintes donde reconocía que Nokia estaba perdiendo la partida de los smartphones. Una derrota a la que se le intentó poner remedio hace ocho meses cuando se anunció un cambio de estrategia y la colaboración con Microsoft para volver a la primera línea del mercado.

No hay que olvidar que Nokia era un caballo ganador hasta 2007 cuando apareció el teléfono que “lo cambió todo”, como decía el slogan de Apple cuando nos iluminó con su primer iPhone. Y un caballo ganador derrotado sabe que puede volver a ganar. Es más, dicen que el hombre huye más del dolor de lo que se acerca al placer, por lo que el dolor que debe haber sentido Nokia en los últimos cuatro años y el placer que recuerda de su época anterior deberían ser un factores que jueguen a favor de Nokia para remontar el vuelo.

A pesar de contar con esta ventaja de saber lo que es estar arriba de todo y seguir contando con la mejor maquinaria de producción de hardware, su éxito en este nuevo amanecer no está asegurado, pues su apuesta arriesgada de casarse con Microsoft es como jugarse el todo por el todo a una carta. O Nokia despega o se estrella vienen a decir los analistas que participan en el Nokia World y que no esconden su asombro con los nuevos dispositivos.

Pero el reto de Nokia no es sorprender a los analistas del sector, que muchas veces no dejan de ser herreros comiendo con cubiertos de madera. El reto es convencer a una masa de usuarios que ven en Apple y Android como los teléfonos deseados. Es a este grupo, y no tanto a los analistas u operadores, a los que Nokia debe ahora atraer con ese entusiasmo que despertaba el desaparecido Steve Jobs.

Y esto no será tan sencillo como parece porque los usuarios tienen poca memoria y su lealtad ha dado un giro sustancial. Si a principios de la década había teléfonos móviles y Nokias, ahora, por el contrario, tener un Nokia es poco menos que llevar un ladrillo en el bolsillo o un teléfono de bajo costo confiable.

A favor de Nokia juega el hecho de que sigue siendo uno de los mejores amigos de los operadores móviles, aunque su asociación con Microsoft puede ensombrecer esta relación, según las ambiciones de la empresa de software en cuanto a su rol en el mercado móvil que, diríamos, apunta más en la dirección de Apple y Google que en la de Nokia que siempre se ha caracterizado por favorecer los intereses de los operadores a quien ha considera como sus verdaderos clientes.

Los lanzamientos de los nuevos dispositivos se realizarán primero Europa  este mismo año, y Estados Unidos y China en 2012, con lo que el fabricante se perderá las ventas durante las fiestas navideñas en estos dos mercados.

Lamentamos también que para Latinoamérica Nokia siga fiándose de dispositivos de menor costo y no se lance a capturar un mercado muy virgen de smartphones que Android (y aún RIM) está capturando a gran velocidad.

El tiempo dirá si “la fuerza” está con Nokia o si por el contrario es engullido por el “lado oscuro de la fuerza”, con lo que su margen de maniobra se habrá terminado y la compra de la unidad, quizá por parte de Microsoft, podría dejar de ser una especulación para convertirse en una realidad.