La semana en la bolsa parisina para el grupo franco-americano Alcatel-Lucent, cerró con un duro panorama. Sus acciones se derrumbaron un 17 por ciento, lo que significa su mayor caída desde la fundación de la compañía en 2006.
El consejero delegado de la empresa, Ben Verwaayen, pronosticó que “para el resto de 2011, dadas las incertidumbres en los mercados y el gasto selectivo por parte de nuestros clientes, especialmente en Europa, esperamos unos ingresos más débiles de lo previsto inicialmente en el cuarto trimestre”, según difundió la agencia Europa Press.
Los ejecutivos de la compañía indican que a pesar de la reducción de los costes y el incremento de la rentabilidad, no se encuentran a un nivel satisfactorio.
“Dadas las incertidumbres económicas, adoptaremos más medidas radicales para acelerar nuestra transformación y reducir rápidamente nuestra estructura de costes, especialmente en Europa”, explicó Verwaayen.