Prensa: Telefónica busca revancha contra el grupo Vivendi

Telefónica recurrió a los tribunales para exigir una indemnización al grupo de origen francés Vivendi por haberla retirado, en 2009, de la disputa por la adquisición del operador GVT (Global Village Telecom) de forma supuestamente ilícita, de acuerdo con un artículo publicado por el diario brasileño Folha de São Paulo. Según el periódico, el grupo español reclama una suma de al menos 15 millones de reales (unos 8,5 millones de dólares aproximadamente), y su demanda se apoya en que Vivendi habría entregado información inexacta a las autoridades. El grupo francés siempre admitió que hubo un problema con los datos suministrados a la Comissão de Valores Mobiliários (CVM), pero niega las acusaciones de ilegalidad.

La compañía francesa, habiendo admitido las irregularidades, incluso abonó a la CVM, a fines del año 2010, una de las mayores multas en la historia del sector, al cancelar 150 millones de reales (que en el presente equivalen a aproximadamente 84,5 millones de dólares). Este monto fue saldado al regulador de valores por Vivendi para evitar que el caso derivado de la adquisición de GVT —que le valió su entrada al mercado brasileño— llegara a un proceso judicial.

Pero el caro blindaje contra un posible juicio de parte de la CVM no le valió a Vivendi un escudo contra sus competidores, y en especial Telefónica, que en su momento hizo sus intentos para quedarse con GVT. El grupo español, al parecer, buscará revancha de la derrota que se llevó de los franceses durante el proceso de venta del operador originario de Curitiba.

Según Folha, Telefónica no comentó el caso, aunque su postura es que existieron daños al mercado y a la empresa. La compañía española afirma que para la adquisición de GVT contaba con financiamientos aprobados por 8.600 millones de reales (unos 4.860 millones de dólares actuales) para emprender la operación, lo que le hubiera permitido abonar un precio de hasta 63,5 reales (35,9 dólares, al cambio actual) por acción, superiores a los 56 reales (31,6 dólares) por papel que canceló Vivendi.

Telefónica expuso a los tribunales que los titulares de acciones de GVT “no comprendían el valor de sus acciones, porque suponían que no podrían decidir más el poder de control de la compañía”. Por ello, “al deshacerse de las acciones que cotizaban en Bolsa lo hicieron en la creencia de que el comprador, Vivendi, ya era controlador de GVT, lo que disminuiría el precio que los franceses, e incluso Telefónica, estaban dispuestos a pagar.

En otras palabras, el grupo español alimenta la teoría —que ya había sido expuesta en su momento, incluso durante la investigación de la propia CVM— de que Vivendi arrojó falsas señales al mercado para que los tenedores de acciones creyeran que la empresa ya tenía el control de GVT. Así habrían influenciado sobre la decisión de éstos, al recortar las esperanzas de obtener un mejor precio por sus papeles.

Por su lado, Simon Gillham, vicepresidente de Comunicaciones de Vivendi, indicó a Folha que la empresa está “harta” de Telefónica, que no ofreció la mejor propuesta para los accionistas de GVT para hacerse con el control del operador. El ejecutivo agregó que no ve “ningún fundamento en la acción” y que la compañía española “quiere ahora que paguemos por su derrota. No logro entender por qué Telefónica insiste en llevar este asunto adelante. Creíamos que con el acuerdo de compromiso firmado con la CVM la discusión estaba cerrada”.

Lucas Ledesma es un periodista que cubre el sector de telecomunicaciones y tecnologías de la información desde 2004. Ha trabajado y colaborado en diversos medios digitales e impresos relacionados con estos sectores. En abril de 2007, se unió a Tele-Medios como editor de TeleSemana.com. Su formación académica incluye la licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina) y un posgrado en Gestión Estratégica de las Comunicaciones en la Universidad de Belgrano (Ciudad de Buenos Aires, Argentina).

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