La portabilidad ha llegado a Chile más tarde de lo que los que observamos el mercado nos podríamos haber imaginado. En un universo paralelo, Chile habría sido el primer o segundo mercado en lanzar este servicio en Latinoamérica. Un mercado tan pionero como el chileno no ha tenido mucha prisa por serlo en la portabilidad. Sin embargo, una vez que se ha lanzado, parecen haber unas expectativas muy elevadas, tanto que el primer día ya ha dado para que se anunciaran las primeras portaciones como si se tratasen de las ventas del nuevo iPhone y de catalogar su instauración como una “revolución”.
Pasadas 24 horas de la implementación de la portabilidad, la Subtel anunciaba que durante ese periodo 1.190 personas había ejercido su derecho a cambiar de operador, siendo Entel la más beneficiada con 333 nuevos usuarios. El organismo gubernamental insta a los operadores a demostrar que de verdad les interesan los usuarios chilenos bajando precios y mejorando la atención. La Subtel se olvidó de mencionar el componente innovación, que debería ser otro beneficio de la portabilidad y que no debe despreciarse, porque los operadores pueden bajar el precio de dos forma: simplemente de forma nominal, u ofreciendo por el mismo precio un mucho mejor servicio gracias a la innovación de los mismos. TeleSemana.com apuesta por el segundo.
El propio presidente de la nación, Sebastián Piñera, se pronunció al respecto de la portabilidad comentando la libertad que tendrá el usuario a partir de ahora para comparar y decidir con que operador quiere tener servicio telefónico, y éste lo aprovechará siempre que no interprete que cambiar puede ser el cuento de ir de Guatemala a Guatepeor.
Y los operadores no han tardado en reaccionar, a pesar de que deben saber que la portabilidad no debería suponer un cambio significativo en la configuración del mercado chileno. Todos han lanzado ofertas especiales para contrarrestar no sólo la entrada en vigencia de la portabilidad, sino que también la normativa por la cual no se pueden vender celulares bloqueados, otra “mini revolución” de dudosa utilidad.
Los entes públicos del país tienen mucha confianza en la portabilidad, y es muy posible que sus expectativas estén siendo demasiado elevadas con respecto a lo que puedan llegar a conseguir con esta medida. Mirando a Brasil, un mercado con una composición de mercado que invitaba a un mayor optimismo en cuanto al impacto de la portabilidad, las cifras siguen siendo moderadas a pesar de que desde el propio Brasil, en un ejercicio de descontextualización, se anuncian como un gran logro.
La portabilidad se implementó en septiembre de 2008 (se llevó a cabo en etapas) y desde entonces se han portado 8,8 millones de números móviles en un mercado que cerró 2011 con 242 millones de líneas activas. En 2011 se alcanzó el mayor número de portaciones con 5,37 millones de números incluyendo móviles y fijos. Ese mismo año, el mercado engordó con más de 39 millones únicamente contabilizando las nuevas líneas móviles. Más importante aún es ver como la composición de mercado se mantiene inalterado, es decir la reparticiónn de mercado se mantiene y las mínimas variaciones no pueden necesariamente atribuirse a la portabilidad. A su vez, los reclamos han aumentado ligeramente desde la implementación de la portabilidad, según los datos que divulga la propia Anatel, por lo que no sería descabellado estudiar si un mayor número de reclamaciones ha provocado mayor portabilidad.
De hecho, hay medidas que podrían ser más interesantes para el mercado chileno que la propia portabilidad y que pueden ayudar en mayor medida a fortalecer el sector de las telecomunicaciones, como por ejemplo, la multa de 2,7 millones impuesta a cada uno de los tres operadores, Movistar, Entel y Claro por bloquear la entrada de operadores virtuales (MVNOs) y anunciada a finales de diciembre. Esta medida debería servir para dejarles saber a los operadores que no pueden entorpecer el mercado con tácticas anti competitivas. La velocidad con la que los entes públicos puedan poner orden en la regulación sectorial suele ser más efectiva que la portabilidad—sino consulten el caso mexicano, del cual haremos un nuevo repaso en breve—.
También tendrá mayor impacto en los factores que se quieren alterar con la portabilidad, la entrada de nuevos operadores como VTR, y en este caso la portabilidad será un aliado importante para las, también elevadas expectativas de este operador que se propone absorber el 10 por ciento del mercado móvil. El propio VTR cuantificaba su impacto en el mercado en una posible caída de los precios por el servicio de entre un 20 y un 25 por ciento. No creemos que la portabilidad genere algo parecido de media en el sector, si bien las primeras ofertas puntuales de los operadores para forzar la portabilidad en estos inicios apuntan a ese tipo de descuentos que suelen aplicarse a los que hacen uso de la portabilidad únicamente.
Es posible que Subtel tenga claro que la mejor manera de anunciarle a los chilenos que existe este servicio y que deben utilizarlo es crear una expectativa elevada, pues uno de los factores identificados como importantes para fomentar su uso es precisamente que se anuncie a los cuatro vientos. Por ese lado, la Subtel, y los entres públicos en general, están haciendo un trabajo excelente pues no hay día en el que no se publique una noticia sobre la portabilidad en Chile.
Sin embargo, crear expectativas de bajada de precio y mejor atención puede ser un arma de doble filo, especialmente porque en pocos mercados de la región la portabilidad ha tenido tanto movimiento como para poner en alerta a los operadores para que cambien algunas de sus indeseadas prácticas. ¿Qué pasará cuando el usuario reclame estos beneficios y no el de cambiar sin perder el número?
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