En el pasado hemos criticado como los operadores parecían reclamar que los over the top (OTT) pagaran un peaje por utilizar las redes de los operadores celulares. Este Mobile World Congress (MWC) está sirviendo para que los operadores sigan con sus quejas hacia los OTT con la diferencia de que, en esta ocasión, ellos mismos buscan un acercamiento con estos nuevos jugadores. Es más, algunos operadores no sólo reconocen que los OTT están siendo clave para la adopción de los servicios de datos, sino que entienden que la propia actitud de los operadores ha fomentado que los OTT tengan hoy una posición de privilegio entre los usuarios de dispositivos móviles.
Por lo menos así hemos interpretado las palabras de Santiago Fernández Valbuena, CEO de Telefónica Latinoamérica cuando ha dicho que los operadores deben aceptar la realidad de que ellos mismos han mal acostumbrado al usuario regalándole demasiado de forma muy rápida. No hay que olvidar que hay operadores que aún utilizan el reclamo de los OTT en sus campañas de publicidad para atraer a usuarios a sus tiendas para venderles un smartphone y un plan de datos. Tampoco hay que olvidar que los propios operadores han ofrecido paquetes ilimitados de datos para luego argumentar en los debates sobre neutralidad de la red que ésta no puede existir en el ambiente móvil porque los recursos son limitados. ¿Cómo se puede vender algo ilimitado y a la vez reconocer que es muy escaso?
Por eso, las palabras de Fernández Valbuena parecen una auto critica constructiva sobre una actitud destructiva de los propios operadores hacia si mismos, que han fomentado la rápida adopción de smartphones y el acceso a datos utilizando el nombre de los que ahora son los que les consumen los recursos de la red. Por ello, los operadores abren la puerta a un concepto interesante: si los OTT no pagan por usar las redes, los operadores transferirán el costo total a los usuarios. Un razonamiento lógico, pues el razonamiento de los operadores, móviles y fijos, siempre ha sido ofrecer surfear la Web de forma ilimitada llevando a cabo un calculo de probabilidad sobre el uso medio, premiando a los heavy users que eran subsidiados por los soft users. El problema en la actualidad es que los usuarios de smartphones son todos heavy users.
Por lo tanto, las tarifas sufrirán un cambio radical en los próximos años para mostrar mejor una realidad que hasta ahora los operadores han querido ignorar y luego reclamar a los OTT. Si los recursos para un Internet móvil son muy limitados, sin duda el precio del servicio no puede ser barato, por más que se quiera masificar el acceso a toda costa.
Dicho esto, los operadores seguirán reclamando el pago de un peaje, pues si bien en este MWC han reconocido que la culpa del impacto negativo de los OTT no es de este grupo de jugadores, por más que sus aplicaciones no tengan en cuenta los recursos que consumen, tampoco están conformes en construir una autopista son peaje, pues ¿qué autopista del planeta no tiene uno?
En definitiva, las redes fijas o móviles sin OTTs no serían ni la mitad de atractivas de lo que los son en la actualidad. Los operadores por su parte deben reconocer que seguir expandiendo capacidad y lanzar nuevas tecnologías para ser competitivos es entrar en una espiral peligrosa porque los OTTs y su innovación debora cualquier mejora que las nuevas tecnologías puedan ofrecerle al operador para dotar de mayor abundancia a sus redes que les permita no variar sus esquemas tarifarios actuales. El acercamiento es la única solución, y el cambio de tarifas un hecho casi inevitable.
