No conforme con ser la ciudad anfitriona del Mobile World Congress, Barcelona ahora apuesta a contar con la sede de un órgano de arbitraje internacional de telefonía móvil que tenga la capacidad de influir en la regulación de las telecomunicaciones.
Agustín Cordón, director general de Fira de Barcelona, admitió que la decisión del Gobierno español de trasladar la sede de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) desde Barcelona a Madrid podría afectar al proyecto.
La GSMA – asociación que reúne a operadores y fabricantes- apoya el proyecto de instalar en la ciudad española un organismo con capacidad de regulación internacional.
Otra apuesta importante, según publicó La Vanguardia, será la del Mobile World Hub, donde se pretende centralizar proyectos industriales y de desarrollo de soluciones. Tendrá una sede en el polo tecnológico de Barcelona, donde se trabajará para convertir las tecnologías móviles en elementos transformadores de los procesos industriales.