El escenario político en Ecuador se encuentra dividido entre quienes apoyan y quienes rechazan la Ley de Comunicación que se pretende aprobar durante este mes. Para algunos, se trata de una iniciativa para “democratizar” el acceso a los medios y para que periodistas contrasten fuentes.
En tanto, los opositores al proyecto no dudan en asegurar que el proyecto debe ser archivado. “Han pretendido hacer creer que la ley de comunicación es un imperativo ético en función de que hay que limitar el enorme poder de la prensa nacional. Nada más alejado de la verdad”, opinó el asambleísta Enrique Herrería, según publicó El Comercio.
Acotación mediante que sirve para generar un pantallazo de la situación: Herrería elaboró en septiembre del año pasado un proyecto –que finalmente no tuvo apoyo- para conseguir la destitución del presidente Rafael Correa “por haberse arrogado funciones que constitucionalmente no le competían”.
Otras voces opositoras argumentaron que la Ley de Comunicación se convertiría en un instrumento del poder político y que nos beneficioso “cederle eso a ningún poder político” ya que es “imposible controlar a la comunicación”.