Pablo Barletta, el vicepresidente de Antel, indicó que este año será “clave o bisagra” y que se trabajará sobre tres grandes ejes de acción. Por un lado se encuentra el objetivo de mantener la posición de líder de la empresa, mientras que en segundo lugar se destaca la necesidad de mejorar la infraestructura. En tanto, el tercer punto se centra en mejorar el rol social del operador estatal.
El ejecutivo señaló que se apostará por la implementación de un anillo de fibra óptica regional coordinado a través del Consejo de Infraestructuras de la Unasur (Cosiplan).
Una de las opciones que se presenta como la de mayor peso es que el anillo se ubique en Brasil, país que ofreció aprovechar su infraestructura y ventaja al limitar con nueve naciones.
La secretaria general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) –integrada por 12 países-, María Emma Mejía, alegó que la implementación del anillo “es fundamental, por el rezago que la región acusa en el tema, no sólo en cuanto a telecomunicaciones sino también en la integración y el desarrollo energético y de infraestructuras en general”.
“Mantener el éxito comercial implica el desarrollo de proyectos, situaciones y esfuerzos”, concluyó Barletta.