Están todos invitados a la fiesta de la TV paga en Latinoamérica

Esta semana un nuevo servicio de Video Bajo Demanda (VOD) desembarcó en 17 mercados de Latinoamérica, se trata de Crackle, la plataforma de Sony Pictures Television. La compañía declaró que busca convertirse en “la primera opción en línea de películas y contenidos gratuitos de la más alta calidad” en toda la región. Aunque si realmente la compañía quiere alcanzar esa meta, tendrá que poner en línea más de los sólo 115 títulos, entre películas y series, que hoy incluyen su catálogo.

A pesar del interés de Crackle por convertirse en el preferido de los servicios de VOD en línea, su lanzamiento se parece más a una sonda que llega para explorar el mercado latinoamericano más de cerca. El mercado de TV paga y VOD en la región comenzó a agitarse en 2011 y hay lugar para todos porque se estima que a esta fiesta durante los próximos años no pararán de llegar nuevos invitados.

Algunas previsiones aseguran que en los próximos cuatro años el volumen de negocio en la región se multiplicará hasta seis veces, alcanzado un mercado de 2.200 millones de dólares en 2016. Este fuerte crecimiento será impulsado, principalmente, por los mercados de Brasil y Argentina, y en menor medida por los de Chile y Colombia.

Además de la sacudida que se experimentará por el fuerte crecimiento de la demanda de estos servicios, otras agitaciones provendrán del ingreso de nuevos jugadores a este negocio, con perfiles y trayectorias bien diferenciados. Al mercado que tradicionalmente compartían los cableoperadores y operadores de TV satelital (DTH) , en el último tiempo se le sumaron los nuevos proveedores Over The Top (OTT) que distribuyen los servicios a través de Internet utilizando las redes de banda ancha de los operadores.

Si bien aún no hay cifras ni resultados provenientes del negocio de VOD que prestan los proveedores OTT, es un mercado que cada vez tiene más interesados. Mientras se espera la llegada de HBO como un nuevo jugador regional antes de fin de año, por ahora, Crackle se sumará a la competencia contra Netflix y Sundaytv. Y también contra proveedores locales de este tipo de servicio como Bazuca en Chile, Totalmovie del Grupo Salinas en México o Arnet Play de Telecom en Argentina. En este negocio también están algunos cableoperadores como Net (América Móvil) en Brasil, Cablevisión (Grupo Clarín) en Argentina y VTR en Chile, mientras que los grandes grupos de contenidos para TV, como el brasileño Globo y los mexicanos TV Azteca y Televisa, esperan autorizaciones para ingresar al negocio.

Otros jugadores que esperan su oportunidad para entrar al negocio son los operadores de telefonía fija. Aunque puede que esto sea un poco más difícil,  porque requiere que los Estados se tomen en serio la convergencia y apliquen cambios en las leyes y regulaciones. Mientras tanto, la salida más viable para los operadores fijos se ubica en los permisos para ofrecer servicios de IPTV a través de sus redes de banda ancha. En este camino encontramos en Colombia a Emcali que lanzará IPTV muy pronto, en Paraguay Copaco hará lo propio con IPTV en el corto plazo, en Costa Rica el ICE ya ofrece IPTV y VOD aunque para una limitada cobertura, o en Ecuador a la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT), país donde la TV paga creció un 32 por ciento el último año.

Por ahora parece que hay mercado para todos, pero promediando los próximos cuatro años ya podremos ver quiénes irán quedándose en el camino de este negocio. Según un estudio de Accenture en los principales mercados de TV paga de Europa y Latinoamérica, el 69 por ciento de los consumidores no tendría problema en pagar por servicios de VOD. Quizás hasta hace unos años podíamos asumir que la fortaleza de la relación con los clientes o poseer las infraestructuras y redes eran una garantía de éxito.

Pero eso ya no está vigente, porque los nuevos jugadores surgen como respuestas a los nuevos comportamientos de los consumidores. Repasando las experiencias y el impacto en Latinoamérica de los sitios argentinos Taringa o Cuevana, hoy devastados con sitios como Megaupload fuera de línea, o mirar cómo durante 2011 las vistas de video en línea, según ComScore, crecieron en cifras de dos dígitos en Argentina, Brasil, México y Chile pueden bastar para dar cuenta que en los nuevos servicios de video y TV paga hay que adaptarse.

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