La Presidenta Dilma Rousseff fijó como meta para el fin de su mandato llegar con conectividad de banda ancha al 70 por ciento de los hogares. Actualmente la penetración se ubica en un 40 por ciento, según publicó el diario brasileño Folha.
Para cumplir con la intención de la primera mandataria, el ministro de Comunicaciones Paulo Bernardo, ejecuta una serie de medidas para aumentar las inversiones en el sector de las Telecomunicaciones hasta los 69.000 millones de dólares en 2016.
La expectativa es que en los próximos cuatro años la generación de nuevos puestos de trabajo en el sector supere las 46.000 vacantes gracias a los incentivos fiscales.