Teléfonos inteligentes, un largo camino aún para democratizar el acceso

De un tiempo a esta parte, la evolución de los dispositivos de acceso, de cómputo vamos a decir, es cada vez más acelerada. Esto es claro, si tenemos en cuenta que hace algo más de ocho o nueve años, las handheld PC —cuya muerte no había sido decretada aún por los smartphones— todavía estaban en carrera. Y que hace menos de cuatro años todavía se vendían a nivel global más PC de escritorio que portátiles —hasta el tercer trimestre de 2008, según la consultora iSuppli.

Hoy sabemos que el reinado de la PC —que dicho sea de paso, duró unos 30 años— está terminado, y que el principal medio de acceso a Internet para las personas en general serán los móviles —smartphones— en el mediano plazo, además de un puñado de “dispositivos no PC” —non PC devices, la industria no sabe muy bien cómo llamarlos todavía pero al menos tiene claro que no son PCs en el sentido tradicional—.

Y esto es aún más importante para los países en desarrollo como los de América Latina, donde una parte importante de la población no ha tenido acceso a una computadora debido a su alto costo. Es decir que los móviles inteligentes serán un camino hacia la reducción de la brecha en el acceso a contenidos y servicios por Internet.

Esta semana Pyramid Research nos acerca números para entender hacia dónde va América Latina en este rubro. La consultora pronostica que en cinco años se cuadruplicarán las ventas de teléfonos inteligentes respecto a 2011, llegando a 145 millones de unidades vendidas en 2017. Esta cifra debería representar, aproximadamente, (dependiendo del crecimiento de la población de la región) el 20 por ciento de los habitantes. Es decir que cerca de una de cada cinco personas comprará un teléfono inteligente durante 2017.

Según Pyramid, Brasil, México y Argentina responderán por el 68 por ciento de los smartphones vendidos en 2017, lo cual es lógico si se tiene en cuenta que estos tres países ocupan el primer, segundo y cuarto lugar por población en la región. Aquí llama la atención la falta de Colombia, tercero en cantidad de habitantes, aunque Pyramid no ha revelado qué porcentaje corresponderá a este país en su breve comunicado.

Ahora bien, algunos datos para entrar en contexto. América Latina es la región del mundo más relegada en adquisición de teléfonos inteligentes. Según un estudio de la firma VisionMobile, sólo el 17 por ciento de los móviles vendidos durante 2011 en la región eran smartphones, mientras que en Norteamérica alcanzaban al 63 por ciento de las ventas y en Europa, el 51 por ciento. En otras palabras, ocho de cada diez latinoamericanos que compraron un teléfono en 2011 eligieron un equipo básico.

El número de smartphones vendidos en Latinoamérica durante el año pasado varía de acuerdo a las distintas consultoras. Según VisionMobile, habrían sido unos 28 millones, mientras que las estimaciones de Pyramid redondearían en 35 millones.

En junio pasado, IDC pronosticaba para todo el año ventas de 34 millones de teléfonos inteligentes, en lo que denominaba un año récord para este tipo de equipos. En el primer trimestre, el 15 por ciento de los teléfonos vendidos era un smartphone, un porcentaje similar a lo estimado por VisionMobile.

IDC esperaba que los teléfonos inteligentes alcancen ventas de 100 millones de unidades por año para 2014, lo que parece estar en línea también con la predicción de Pyramid Research. Aún más, según IDC, en los próximos dos años el precio de estos equipos caería a la mitad.

¿Entonces, cuántos smartphones existen en América Latina? Es difícil establecerlo. Jugando con los números ofrecidos por las consultoras y los porcentajes de crecimiento, podríamos arriesgar que entre 40 y 50 millones de móviles son teléfonos inteligentes. En el mejor de los casos, algo menos del 10 por ciento de los latinoamericanos contaría hoy con un móvil avanzado. Poco aún, si éste, como la industria espera, va a ser el principal vehículo de acceso a Internet en la región.

Lucas Ledesma es un periodista que cubre el sector de telecomunicaciones y tecnologías de la información desde 2004. Ha trabajado y colaborado en diversos medios digitales e impresos relacionados con estos sectores. En abril de 2007, se unió a Tele-Medios como editor de TeleSemana.com. Su formación académica incluye la licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina) y un posgrado en Gestión Estratégica de las Comunicaciones en la Universidad de Belgrano (Ciudad de Buenos Aires, Argentina).

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