Nokia sigue sin encontrar la fórmula

Como si se estuviese dejando arrastrar por la crisis de la Unión Europea, Nokia intenta un nuevo plan de austeridad recortando 10.000 puestos de trabajo (acción que se terminará de ejecutar en 2013) y vendiendo su unidad de dispositivos de alta gama Vertu a un grupo de inversión, por no ser un activo estratégico o central a sus actividades. La pregunta que flota en el ambiente es saber cuánto margen le queda a Nokia antes de que su precio baje hasta tal punto que Samsung (o el propio Microsoft) ya no pueda negar por más tiempo un posible interés de compra (el precio de sus acciones cayó en un 70 por ciento en el último año).

El problema de Nokia lo hemos venido reportando en los últimos meses. Primero fue la aparición del iPhone y después de Android. Cómo Nokia dejó escapar la oportunidad de posicionar a Symbian en el mercado de smartphones es aún un misterio. También lo es saber por qué Nokia optó por una alianza con Microsoft en lugar de convertirse en un fabricante agnóstico como Samsung, a quien optar por Android ha catapultado sin que ello haya sido un problema para su propio OS Bada, que de hecho tenía mayor participación de mercado que el propio Windows Phone.

Gartner decía no hace mucho, al presentar sus datos de ventas de dispositivos del primer trimestre, que los fabricantes de dispositivos estaban teniendo problemas para diferenciarse cuando se trataba de smartphones con Android. La excepción es Samsung. Nokia ya tenía un diferenciador, su propia marca, la cual al optar por otra ruta como la de Microsoft en exclusiva, se ha ido diluyendo como un azucarillo en un té caliente.

Pero Nokia sigue en una espiral a la que intenta contrarrestar con austeridad, tanto mediante la reducción de plantilla (tiene margen de maniobra, y encaja con su idea de ser una empresa más ágil para afrontar cambios en el mercado) como por la intención de reducir los precios de su nuevo producto estrella, la gama de smartphones Lumia.

La empresa finlandesa incluso planea vender algunas de sus patentes para poder contar con mayor liquidez y es una opción que su CFO ha puesto encima de la mesa durante el llamado con analistas para presentar las previsiones a la baja del fabricante. Nokia cuenta con unas 30.000 patentes y produce unas 1.000 cada año, con lo que puede eliminar algunas de las existentes contando en su continuo crecimiento en esa faceta (aunque los recortes anunciados impactan directamente a sus centros de I+D).

Por la parte expansiva, Nokia también ha anunciado la intención de adquirir a la empresa Scalado, proveedora de Nokia durante los últimos 10 años en materia de imágenes para celulares. La idea es complementar esta tecnología con las cámaras de sus dispositivos para mejorar la experiencia de los usuarios a la hora de compartir sus fotos. Así, su estrategia pasa por potenciar la parte de imágenes en sus dispositivos y licenciar su tecnología de mapas, según declara Nokia.

En definitiva, Nokia parece tener un paralelismo con los problemas económicos de la zona euro. Nadie tiene confianza en su recuperación, las medidas que anuncian sólo apuntan a incrementar la incertidumbre, y su plan de ajustes y recortes parecen atentar contra su posible crecimiento como fabricante de dispositivos.