El presidente ejecutivo de Telefónica México y Centroamérica, Francisco Gil Díaz, aseguró que el deseo del operador no es obtener dinero del Gobierno mexicano y no descartó que la compañía desista del arbitraje internacional al que se presentó en junio.
“Lo único que solicitamos es que se reconozcan los costos de la empresa, eso es todo, así de sencillo”, indicó Gil Díaz, según dio a conocer la agencia de noticias del estado mexicano Notimex.
Telefónica había acudido a instancias internacionales para que se eliminara el “efecto retroactivo” que le implicaría pagar a Axtel alrededor de 45 millones de dólares, producto del ajuste en las tarifas de interconexión del periodo 2006-2011.
“El apoyo del corporativo a la operación de México no ha cambiado, seguimos con el plan de inversiones de despliegue de infraestructura y el desarrollo de tecnología, independientemente de las operaciones financieras que está llevando a cabo la empresa a nivel mundial”, agregó el ejecutivo.