“Si se concreta la oferta de nuevas licencias de TV por cable vamos a tener una dinámica muy interesante”

Alexandre Annenberg, presidente de ABTA

La televisión paga en Brasil está teniendo un desempeño excelente. De acuerdo con cifras suministradas recientemente por la Associação Brasileira de Televisão por Assinatura (ABTA), en el primer trimestre de 2012 el sector alcanzó una facturación de 5.400 millones de reales (unos 2.800 millones de dólares), lo que se traduce en un incremento del 38 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior y superando por primera vez en la historia la facturación de la televisión abierta. En junio, además, alcanzó los 14,5 millones de hogares del país y emplea a alrededor de 95.000 personas.

Pero el potencial del sector no finaliza allí. El buen momento que tiene el DTH, al igual que en la región, y el impulso que le dio al sector el ingreso de los grandes operadores de telecomunicaciones hacen prever que el buen nivel continuará por largo tiempo. En paralelo, en el plano regulatorio hubo recientes modificaciones importantes que definirán parte importante de la estructura futura de este mercado, según se pudo apreciar en el reciente Congreso ABTA 2012. Cuando la vigésima edición del evento comenzaba a llegar a su fin, Alexandre Annenberg, presidente de ABTA, se reunió con TeleSemana.com para ofrecernos su visión de la industria.

¿Cómo ve el panorama de televisión paga en Brasil con los cambios recientes?

Creo que es un momento muy importante para la TV paga en Brasil, por varios motivos. Primero, porque la TV paga finalmente se impuso como un producto con una demanda importante. Cuando comenzamos en el sector había una resistencia grande. Las personas no entendían por qué tenían que pagar por ver televisión, siendo que la televisión gratuita aquí siempre fue muy buena, entonces estaba esa barrera, esa dificultad para vender.

Eso no existe más, esa barrera fue vencida. Porque somos capaces de ofrecer un abanico de contenidos que tienen un valor importante, que alcanza innumerables nichos de mercado y también una gran masa de espectadores. En ese sentido, la TV paga se consolidó y en fin, creo que está funcionando bien.

En el pasado era un servicio para gente de altos recursos, eso está cambiando en la región. ¿Por qué?

Sí, principalmente porque en la medida en que se aumenta la base de clientes, el precio cae. Entonces hay tarifas más accesibles, constantemente disminuyendo. Al comienzo era difícil porque la base era limitada.

Al mismo tiempo, parece que los gobiernos se están dando cuenta que la TV paga tiene una dimensión cultural muy importante.

Claro, porque la televisión abierta es importante, pero es muy genérica. Tiene un contenido que agrada a todo el mundo, no está orientada a nichos específicos, a diferencia de la TV paga, que tiene contenidos mejor enfocados. Creo que hay un nivel de actividad muy interesante en el sector actualmente.

En los últimos años hubo muchos cambios regulatorios, ¿cómo han impactado?

Todo eso crea un escenario de mucha competencia, y eso es extremadamente benéfico y positivo para el cliente, para la mejora de la calidad. Cuando hay una competencia como ésta, son cosas que impactan tanto en el precio como en la calidad. Vemos que la competición de tantos instrumentos que permiten ofrecer televisión por suscripción, terminamos teniendo un resultado muy significativo.

Un cambio muy resistido fue la cuota de contenido local impuesta por el Gobierno. ¿Cuál fue la posición de ABTA?

La verdad es que nosotros resistimos mucho la imposición de cuota. Creemos que no es el mejor instrumento para viabilizar una mayor participación de contenido nacional. Hay instrumentos mucho más eficaces que la cuota. Porque ésta acaba creando situaciones de precio y de calidad que pueden no ser las mejores. Entonces para cumplir, se corre el riesgo de colocar en la grilla contenidos que en términos de calidad no son los mejores, en términos de precio también hay que tener cuidado. Entonces, creemos que la cuota podría haber sido evitada. Podrían haber sido creados otros instrumentos más eficaces para incentivar la producción nacional. Pero es un discurso que quedó atrás ya, en verdad, cuando se discutió el asunto.

Ahora, la cuota está ahí, es una imposición legal y por lo tanto, todos los operadores se están moviendo para cumplir las cuotas y lo están logrando. Habrá que ver ahora cuál es la receptividad del espectador, porque a él nadie le preguntó nada. Nadie le preguntó si quería cuotas o no, o qué tipo de contenidos quería. Y creo que ésa es una falla muy grande, imponer determinadas medidas sin saber cómo reaccionará aquél que va a pagar por eso, que lo va a consumir. Veremos cómo eso se comporta.

A nivel de mercado, ¿impactó en las productoras de contenidos internacionales?

Sí, hay un impacto, sin duda. No hay una grande dificultad para que se adapten, claro que tendrán que estructurarse para atender la necesidad. No es un problema trivial, las grillas y los contenidos tienen una complejidad grande para las empresas. Pero creo que sumando todo, las cosas están bajo control.

Hoy la industria muestra números muy buenos. ¿Cuál es su previsión para el futuro?

Yo soy renuente a hacer previsiones, porque esas cosas dependen de tantas circunstancias… Por ejemplo, mientras no haya nuevas licencias, la televisión por cable, en particular, no tiene cómo ampliarse. Hoy la TV por cable está restricta a 250, 260 municipios, más o menos —considerando que hay en Brasil 5.564 municipios, se ve que hay un cinco por ciento con licencias de televisión por cable—. Entonces, mientras la Agência Nacional de Telecomunicações (Anatel) no libere nuevas licencias, no hay cómo expandirse, depende de eso.

La expectativa es que en este semestre, Anatel por lo menos ya se pronunció que van a ser ofrecidas nuevas licencias, y eso deberá cambiar la dinámica de mercado. Pero depende de eso, entonces estamos a la expectativa. Si se concreta la oferta de nuevas licencias creo que vamos a tener una dinámica muy interesante.

Una cosa que acontece también a nivel regional es la desaparición de los operadores de TV MMDS, en la banda de 2,5 GHz. ¿Cuál es su opinión acerca de este fenómeno?

Lo veo mal. No se supo aprovechar el potencial que MMDS tiene de ser un instrumento que complementa la TV por cable. Porque en las áreas donde no es rentable desplegar redes de cable, el MMDS es el mejor instrumento para complementar cualquier cobertura en áreas menos densas. Lamentablemente, el Gobierno no percibió eso y yo lo lamento mucho, porque MMDS sería una herramienta extremamente adecuada para capilarizar cada vez más la TV por suscripción.

¿No cree que el DTH puede sustituir ahí con una cobertura nacional?

En cierto sentido sí, pero DTH tiene sus características. No tiene condiciones de ofrecer servicios de banda ancha. El MMDS sí puede, entonces eso hace una diferencia importante para el usuario. El DTH obviamente está teniendo un papel extremamente importante, y justamente con la falta de licencias de TV por cable, el rol de esta tecnología es muy importante.

Lucas Ledesma es un periodista que cubre el sector de telecomunicaciones y tecnologías de la información desde 2004. Ha trabajado y colaborado en diversos medios digitales e impresos relacionados con estos sectores. En abril de 2007, se unió a Tele-Medios como editor de TeleSemana.com. Su formación académica incluye la licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina) y un posgrado en Gestión Estratégica de las Comunicaciones en la Universidad de Belgrano (Ciudad de Buenos Aires, Argentina).

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