La importancia de los subsidios en Educación para reducir la brecha tecnológica en México

La inserción de los recursos tecnológicos en el proceso educativo es una prioridad global, que en tiempos recientes se ha materializado en América Latina. La globalización ha obligado a los países a invertir en infraestructura, modernizar sus procesos productivos y con ello también capacitar la mano de obra. Por ende, es preciso que los países emergentes reduzcan la brecha tecnológica existente entre muchos estratos de su población para ser competitivos ante las crecientes demandas globales. Una estrategia efectiva es comenzar por la educación.

Puntualmente en nuestro país, esta iniciativa se ha materializado desde hace un par de sexenios atrás con proyectos de incorporación de dispositivos tecnológicos como computadoras personales (PCs), proyectores, y pizarrones interactivos, que se fueron entregando a las escuelas públicas para complementar los programas educativos y de esta forma, lograr que la interacción con las nuevas tecnologías fuese más incluyente, principalmente en la educación pública.

Estos proyectos pioneros han ido modificándose de acuerdo con las necesidades de los programas educativos; sin embargo, éstos se han visto insuficientes dada la naturaleza geográfica y demográfica de las instituciones educativas. Por ello se han diseñado nuevos programas que no solo se limitan al equipamiento de salas tecnológicas, adicionalmente se han generado fideicomisos y programas públicos con los cuales se pretende otorgar créditos y/o financiamientos que permitan a las familias con recursos limitados acceder a la adquisición de sus propios equipos como PCs e impresoras y más recientemente también a la posibilidad de dotarlos con servicios de Internet a precios accesibles.

De acuerdo con los resultados del IDC Mexico Quarterly PCs Tracker 2Q 2012, este trimestre (abril  a junio de 2012) se vendieron poco más de 1,3 millones de PCs en México (17 por ciento menos unidades vendidas que en el mismo periodo de 2011), de las cuales cerca de 40.000 unidades fueron destinadas al segmento de educación. Durante todo el año 2011 se vendieron poco más de siete millones de computadoras personales, de las cuales poco más de 470.000 unidades estuvieron en el segmento educativo, este último número representa un incremento del 59 por ciento con respecto a las unidades que se vendieron en el segmento educativo durante el 2010.

Actualmente en México existen distintos proyectos que buscan la disminución de la brecha tecnológica entre maestros y alumnos, por ejemplo el Sindicato Nacional de Trabajadores para la Educación en México, (SNTE) otorga equipos de cómputo portátiles a profesores afiliados a este sindicato. Este proyecto ha tenido tal éxito que ha comenzado una segunda fase donde se busca otorgar poco más de 160.000 equipos a profesores a nivel nacional.

Por otro lado, el Gobierno federal busca reducir la brecha tecnológica que existe otorgando subsidios a trabajadores que ganen hasta 9.500 pesos mexicanos al mes (unos 720 dólares). Este proyecto, conocido como CompuApoyo, busca otorgar subsidios de hasta 2.000 pesos (unos 150 dólares) y financiar hasta tres años para que las familias que tengan ingresos menores a los antes mencionados puedan adquirir un equipo de cómputo o una tableta electrónica con un valor no mayor a 6.500 pesos (alrededor de 500 dólares); así mismo, también otorga un precio especial para dotar estos dispositivos con internet por solo 99 pesos (7,5 dólares) al mes en un contrato por un año con los proveedores de servicios de Internet afiliados al programa. En este último caso, el Gobierno federal subsidiará tres meses de servicio y el resto lo pagará el trabajador; es decir, pagará los nueve meses de servicio restante.

La iniciativa del Gobierno federal tiene planeado conceder este apoyo a casi 1,8 millones de familias en México en la primera fase, beneficiando aproximadamente a 500.000 familias al año. Este tipo de proyectos no se limitan a los niveles federales para apoyar a las familias, ni siquiera a sindicatos que buscan beneficiar a sus agremiados, también vemos proyectos similares que parten de otros niveles de gobierno; es decir, a nivel estatal y municipal, que buscan beneficiar a sus pobladores llevando aulas de cómputo equipadas con servicio de Internet y otorgando también equipos de cómputo a los estudiantes de quinto y sexto año de primaria, así como a toda la educación secundaria.

Estos proyectos, que también se llevan a cabo en América Latina, como el proyecto One Laptop Per Children (OLPC – Una computadora por niño), buscan insertar a los jóvenes al contexto global a través de las oportunidades de desarrollo intelectual y cultural mediante las tecnologías de la información.

Sin embargo, estos esfuerzos no son exclusivos de los gobiernos, también se encuentran en iniciativas del sector privado, con empresas que becan a estudiantes de los niveles de educación básica, media, media superior y superior, otorgándoles equipos o bien un incentivo económico para que puedan adquirir un equipo propio. También encontramos a fundaciones que recolectan donativos que más tarde se convertirán en aulas de cómputo o equipos donados.

Que los jóvenes de nuestro país cuenten con un equipo de cómputo y por supuesto acceso a Internet no es cuestión de filantropía, es una demanda del mundo global en el cual hoy nos encontramos.

Como países emergentes tenemos el reto de insertarnos en un contexto global ya muy avanzado, y para ello es preciso conocer nuestras limitaciones, una de ellas es la capacitación del capital humano. Es por eso que si no comenzamos a involucrar de manera más activa a las nuevas generaciones, que ya por sí mismas demandan ser insertadas al mundo global por medio de oportunidades de desarrollo personal, los resultados de este intento de incorporación a las economías globales se quedarán como intentos fallidos que solamente alejarán a nuestro país de su plena incorporación a la nueva economía global.

Afortunadamente en nuestro país éste es un tema prioritario y las cifras lo reflejan, la inversión pública y privada para dotar de mejores condiciones tecnológicas al proceso educativo de nuestros niños y jóvenes es una constante que va tomando mayor importancia en el tiempo. Las metas están claras y las inversiones al sector educativo para ser participativo en las tecnologías de la información y comunicaciones serán mayores, no solamente beneficiando al individuo que le sea donado el equipo, sino a la sociedad en general que podrá contar con jóvenes mejor capacitados y con las herramientas necesarias para convertirse en capital competitivo.

Abraham Llández trabaja como Consultor de Dispositivos de Consumo y Comerciales para IDC México. Como consultor, tiene la responsabilidad de los programas de Computadoras Personales (PCs), Monitores para PCs, Monitores Profesionales y Media Tablets. Las áreas de experiencia de Abraham se enfocan principalmente en los mercados mexicanos de dispositivos personales así como sus canales de comercialización. Abraham Llández tiene una fuerte relación con ejecutivos de la Industria TI en México. Antes de unirse a IDC se desempeñó durante 2 años como Analista de Sistemas Personales en la consultora local Select. Abraham es egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde cursó la licenciatura en Economía con una especialización en Economía Política y Economía Industrial. Formó parte del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT) colaborando en un proyecto de sustentabilidad y desarrollo regional.

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