La Comisión Europea (CE) ha dado a conocer sus planes para hacer frente al crecimiento exponencial del tráfico de datos móviles e inalámbricos, permitiendo el uso compartido del espectro radioeléctrico por las tecnologías inalámbricas, incluidas las de banda ancha.
Gracias a las nuevas tecnologías, es posible compartir el espectro radioeléctrico entre varios usuarios, tales como los proveedores de servicios de Internet, o utilizar con otros fines el espectro disponible en las frecuencias no usadas de televisión, por ejemplo. La regulación nacional del espectro no suele reflejar las nuevas posibilidades técnicas, con lo que se expone a los usuarios de telefonía móvil y banda ancha al riesgo de un mal servicio, según aumenta la demanda, y se impide la creación de un mercado único para la inversión en tales mercados de telecomunicaciones.
Un planteamiento coordinado europeo para compartir el espectro dará lugar a una mayor capacidad de la red móvil, a una banda ancha inalámbrica más barata y a nuevos mercados, como el de los derechos secundarios negociables para la atribución de un espectro determinado.
“El espectro radioeléctrico es oxígeno económico y lo usa cada persona y empresa. Si nos quedamos sin espectro, no funcionarán ni las redes móviles ni la banda ancha. Se trata de una situación inaceptable, por lo que debemos aprovechar al máximo este recurso escaso mediante su reutilización y la creación del correspondiente mercado único. Necesitamos un mercado único de espectro para recuperar el liderazgo industrial en telefonía y datos móviles a fin de atraer más inversiones en I + D.”, Neelie Kroes, vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de la Agenda Digital.
Fuentes del sector predicen que el tráfico mundial móvil de datos aumentará un 26 or ciento anual de aquí a 2015. Para entonces, se podrán conectar a Internet más de 7.000 millones de teléfonos, tabletas y otros dispositivos móviles.