La Superintendencia de Telecomunicaciones (Supertel) ha iniciado hace algunas semanas una auditoría del empadronamiento de abonados del servicio móvil avanzado (SMA) y el registro de teléfonos perdidos, robados o hurtados.
Entre otras cosas, el regulador busca verificar la suspensión del servicio a los abonados no empadronados, así como constatar que la información registrada se ajuste a la normativa, y comprobar los procesos de registro de los terminales reportados como perdidos, robados o hurtados por los usuarios. Supertel informó que la auditoría está en proceso, y los resultados estarán listos para fines de este año.