Sprint estaría evaluando adquirir el resto de Clearwire, según la prensa

Hay gente que considera que la vida tiene múltiples matices, y otros que creen que sólo tiene dos: simple y complicado. Este segundo grupo cree que hay gente a la que le gusta complicarse la vida para ser feliz, y los que buscan simplificarla. Si el operador estadounidense Sprint fuese una persona vista bajo este prisma, no cabe duda que entraría con todos los honores en la segunda categoría; es decir, complicado.

Seguramente todos ustedes tengan nociones de por dónde va este operador en el mercado de Estados Unidos. En su día tuvo la genial idea —y no lo digo con segundas— de adquirir a Nextel, pero la integración de los activos de esta empresa, digamos para ser finos, no salió como se esperaba. Algunos acusaron del fracaso al operador por una mala ejecución, y otros argumentaron que la integración no eran tan sencilla como parecía. En cualquier caso, la unión de ambas empresas fue un barrizal que nunca llegó a ofrecerle los frutos esperados al operador.

Después, gracias a contar con espectro en la banda de 2,5 GHz y por tener que hacer algo con ese activo bajo la presión regulatoria, anunció el lanzamiento de WiMAX como la tecnología del futuro. Sin consultar con las poderosas fuerzas de la Asociación GSM (GSMA), vaticinó que la 4G sería WiMAX. Su análisis basicamente nació de la idea de que si el propio Sprint realizaba antes que nadie un gran despliegue WiMAX, la escala forzaría a otros operadores a utilizar esta tecnología y el mercado, finalmente, no tendría más remedio que doblar la rodilla al complejo plan que de forma tan simple se había intentado articular.

Luego vino el acuerdo con Clearwire para compartir red y poco después, para la formación de un joint venture donde además de Sprint entrarían otras empresas como las cableras e Intel, gran proponente de la tecnología. Y así es como Clearwire se convirtió en lo que es hoy. Un proveedor de acceso a banda ancha móvil a través de WiMAX pero con intenciones de migrar a TD-LTE.

Pero este año Sprint Nextel aumentó su participación en Clearwire hasta  el 50,8 por ciento de las acciones, según informó la agencia de noticias Reuters en octubre. Dicho acuerdo llegó sólo días después de que Sprint acordara vender el 70 por ciento de su propio paquete accionario a la japonesa Softbank, en una transacción por 20.000 millones de dólares.

Y el último episodio de este enredo apunta a que Sprint adquiriría el restante 49 por ciento de Clearwire, cuando aún no ha sido aprobada la compra de sus acciones por parte de Softbank. Para añadirle más complejidad, no tenemos claro si este rumor es una acción de Sprint o está consensuada con Softbank para avanzar, ya que según apuntan en varios medios de Estados Unidos, entre ellos Bloomberg y CNBC, el operador esperaría tener concretadas ambas operaciones en marzo o abril del año que viene.

En definitiva, Sprint se enreda en adquisiciones como la de Clearwire que le pondría en una posición muy favorable —de hecho la más potente del país, con respecto a sus activos espectrales en la banda de 2,5 GHz—, pero que en la ejecución no le sirven para conseguir una posición más prominente en el mercado. Quizá Softbank tenga la filosofía de la simplicidad y pueda desenredar todos los nudos que ha ido generando Sprint en los últimos 10 años.

Cuenta con más de 22 años de experiencia cubriendo el sector de las telecomunicaciones para América Latina. El Sr. Junquera ha viajado constantemente alrededor del mundo cubriendo los eventos de mayor relevancia para la industria en América, Europa y Asia. Su experiencia académica incluye un BA en periodismo escrito por la Universidad de Suffolk en Boston, MA, y un Master en Economía Internacional en la misma institución.

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