Dicen que cuando se toca fondo sólo se puede ir hacia arriba. No sabemos si éste es el caso de Nokia, que durante los últimos dos años prácticamente sólo ha mirado hacia el “fondo”, donde termina la botella. Y aunque las estimaciones de los analistas eran pesimistas con respecto al cuarto trimestre de 2012, con pérdidas que se situaban en los dos dígitos, los preliminares anunciados por la compañía apuntan a beneficios, es decir a todo lo contrario. Por ello, las bolsas de valores premiaron el anuncio de la compañía devolviéndole un 18 por ciento de su valor el viernes pasado.
Las cifras de Nokia son buenas en todas sus unidades, incluida Nokia Siemens Networks (NSN), que se ha desprendido de tanto lastre en los últimos tiempos que no sabremos hasta dentro de un año si los buenos resultados son debidos a los recortes y ventas de unidades, o realmente porque estas reestructuraciones han creado a un jugador más solvente en la parte de infraestructura.
En cualquier caso, las cifras de este trimestre son de lo mejor que ha mostrado la compañía en los últimos dos años. En la parte de dispositivos, parece que la gama Lumia con el sistema operativo Windows empieza a despegar en el mercado, y las ventas en el trimestre han sido un 50 por ciento superiores a las del año pasado para situarse en los 4,4 millones de unidades. También es cierto que Nokia ha vendido muchos dispositivos en la zona baja con la línea Asha, más del doble que de la línea Lumia con 9,3 millones, que no dejan de ser dispositivos convencionales de la Serie 40. Es decir, Nokia sigue triunfando donde ya lo hacía antes de que aparecieran el iPhone y Android. Ahora tiene que destacar en lo que es el futuro de los dispositivos: los smartphones. Es importante destacar que los dispositivos Asha han tenido una destacada incidencia en los resultados del fabricante, lo que no deja de ser un poco preocupante.
Según Strategy Analytics, Nokia cuenta con tan sólo un cuatro por ciento del mercado de smartphones, y si bien los mercados emergentes seguirán necesitando dispositivos baratos, la batalla importante para Nokia es volver a pelear la parte alta, porque es allí donde Apple y Samsung se están lucrando en solitario, gracias a que el resto de fabricantes parece incapaz de llegar a su nivel.
Nokia, como el que monta en bicicleta, debería saber cómo competir una vez que ya tiene clara su ruta con la gama Lumia y Windows, y un número demasiado alto de reestructuraciones. Los Lumia parece que se venden bien, pero Nokia necesita el dispositivo que dé ese golpe de efecto y que sitúe al fabricante a la altura de los iPhone y Galaxy.
Y aunque seguimos pensando que Nokia se equivocó casándose con Microsoft en exclusiva —aunque este hecho le reporte 1.000 de dólares a sus finanzas— no podemos más que ser optimistas sobre la finlandesa que parece que en 2013, a pesar de sus advertencias en su comunicado sobre las dificultades que enfrenta en el mercado en este primer trimestre, podrá levantar la vista para intentar subir al cuello de la botella.
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