Como presidente de BB-Business Bureau, soy consciente de la amenaza que representa día a día la aparición de un suceso cada vez más avasallante en el mercado de TV paga: la piratería de señales y contenidos.
¿A qué llamamos piratería? Nos referimos a informalidades del mercado que afectan tanto a operadores como a programadores. Nuestro objetivo es identificar dichos actos ilícitos y colaborar con ellos en la eliminación de los mismos, brindándoles herramientas y datos reales de dónde se origina el problema y a qué se debe.
Fuente: Business Bureau, 2013
En Business Bureau reportamos cifras que, necesariamente superan las declaradas por organismos oficiales: esto se debe a que identificamos todas aquellas operaciones piratas (un mix de hogares conectados ilegalmente a una red de cable, operadores que retransmiten las señales a través de decodificadores ajenos, y softwares ilegales que decodifican la encriptación de las señales) más un porcentaje de sub-reportaje no declarado por los propios operadores. (*)
Estas situaciones de irregularidades y actos piratas inquietan en gran medida a operadores y programadores que ven cómo su mercado, aún no maduro, se estanca ante una marcada desaceleración en la incorporación de nuevos suscriptores.
Con más de 60 millones de suscriptores, observamos que el abono promedio básico en Latinoamérica es de 25 dólares, con una penetración del 38 por ciento. Sin embargo, la ilegalidad presente en el mercado nos obliga a tener en cuenta que un 40 por ciento, los programadores lo “pierden” si consideramos el mix de piratería y de sub-reportaje.
Cada vez es más notorio el esfuerzo que realizan las empresas por luchar contra la entrada de decodificadores ilegales, uso indebido de sus señales, Free To Air e instaladores ilegales que atentan contra el crecimiento de su cantidad de abonados.
Los países donde detectamos porcentajes más elevados de piratería son Bolivia, Guatemala, Nicaragua y República Dominicana donde dicho ratio supera el 20 por ciento, siendo Bolivia el más cercano a un 25 por ciento.
Fuente: Business Bureau, 2013
El aumento de este tipo de ilegalidades preocupa a las empresas, lo que lleva a que sean cada vez más los pedidos que recibimos como consultora líder en el mercado de realizar auditorías físicas a prestadores de TV paga, trabajos de campo en regiones críticas y descampadas, re-chequeos y operativos especiales través de llamados a hogares para confirmar la llegada de señales a los mismos y reportes exclusivos al tratamiento de ésta problemática. A su vez, se trabaja en pos de lograr incautaciones y desactivación de empresas que ofrecen productos ilegales, y tratamientos duros en cuanto a políticas aduaneras.
Si nos referimos a los decodificadores Free To Air, (receptores satelitales que descifran, ilegalmente y sin autorización, las señales de TV paga) observamos cómo parte de la Industria une sus esfuerzos en alianzas destinadas a la lucha contra la llegada de este tipo de tecnologías que, a pesar de su aparente neutralidad, “su uso implica una violación a la ley de propiedad intelectual”, según titulares de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel). Sin embargo, también debemos reconocer que muchas veces los abonados son víctimas de un engaño, ya que no son conscientes de que el equipo que están adquiriendo contiene un software ilegal.
(*) Las metodologías de piratería y sub-reportaje son muy estrictas y las mismas están a disposición en nuestro Standard Operating Procedures (SOP).
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