Microsoft compra la unidad de dispositivos de Nokia, ¿sorprendidos?

Risto Siilasmaa, Interim CEO and Chairman of the Board of Directors de Nokia

Risto Siilasmaa, Interim CEO and Chairman of the Board of Directors de Nokia

Si la noticia les sorprende es porque el goteo orquestado por Nokia y Microsoft ha estado bastante mejor diseñado que su estrategia para capturar mercado con su alianza. Sólo hace falta remontarse a septiembre de 2010, cuando Nokia puso a Stephen Elop, canadiense, como el primer CEO de la historia de la compañía que no era de origen finlandés. Y no por coincidencia, su cargo anterior era responsable de la unidad de negocios de Microsoft. Con este dato, ¿debemos creernos que todo lo sucedido en los dos últimos años y medio es casualidad?

Despejada la duda, queda claro que en el día de hoy vemos la ejecución final de un plan concebido incluso con anterioridad a que se anunciara la cuestionada estrategia por la cual Nokia se casaría con el sistema operativo para smartphones de Microsoft anunciada hace dos años y medio, y que incluía un oneroso pago de la segunda a la primera por dicha boda. Los resultados de mercado han sido negativos en general, a pesar de que el ecosistema Microsoft/Nokia es el tercero en el mercado, aunque no podemos escribir que compite con los otros dos ecosistemas pues la diferencia es tan abismal que no habría forma de comprarlas.

Nokia “vende” su venta, valga la redundancia, en su conferencia de prensa como una victoria incluso para la propia Finlandia, cuando en realidad es una venta que denota una derrota tan dolorosa o más que la que supuso el desmantelamiento de Motorola, ahora en manos de Google, especialmente porque Nokia es un símbolo nacional en su país que no tiene otro reemplazo —mientras que Motorola ahora es Google—.

El argumento de Nokia por su venta es simple y perfuma de derrota la maniobra, que sin embargo es, sin duda, la mejor solución para la finlandesa. Nokia dice que el sector está compuesto por un duopolio entre Apple y Google. Un duopolio que no puede ser alterado sin contar con recursos financieros potentes. La actual Nokia dice no tenerlos para financiar el desarrollo de dispositivos debido a los requisitos de los smartphones. Sin embargo, pasándole la responsabilidad a Microsoft, Nokia cree que la norteamericana sí puede llegar a relanzar la unidad debido a su nuevo foco por el hardware.

Para que un hardware tenga éxito debe controlar el sistema operativo, dice Nokia, obviando que  Samsung, líder mundial de teléfonos móviles, ha conseguido su posición gracias al OS de Google, violando esta creencia de Nokia sobre la necesidad de contar con ambos pilares para ser competitivo.

También son difíciles de entender las palabras de Elop cuando asegura que Nokia está ahora poniendo en el mercado los “mejores productos de su historia”, y aún así sólo le alcanza para intentar ser la tercera alternativa del mercado. Estas palabras explican certeramente la situación actual del fabricante y sus dificultades para adaptarse a los cambios de mercado en los últimos seis años.

La falta de capacidad para competir, aún con la ayuda preferencial del proveedor del OS, y la necesidad de conseguir capital para financiar otras de sus divisiones parecen haber acabado de precipitar el plan, que repetimos, estaba urdido hace, por lo menos, tres o cuatro años.

¿Qué hará Nokia con esta inyección? Le quedarán tres negocios: NSN, los mapas y el desarrollo de nuevos tecnologías cuyos desarrollos a modo de patentes serán licenciados a terceras empresas. Finalmente Nokia se queda con la totalidad de NSN, negocio que no hace mucho parecía estar a la venta. Microsoft será además cliente del servicio de localización de Nokia, HERE, por el que pagará una licencia de uso. Así pues, las patentes y las licencias serán el nuevo giro del negocio, siendo las patentes uno de los puntos fuertes de la empresa —en algún punto se me cruza por la cabeza la historia de Nortel Networks—.

Por su parte Microsoft no planea mover ni un ladrillo de Nokia, por lo que su sede central seguirá siendo Finlandia, donde se acaba de anunciar que se desarrollará un nuevo data center de Microsoft con una inversión de 250 millones de dólares en los próximos años.

Microsoft, por su parte, cree que esta compra les va a catapultar en el mercado, ya que los datos de los últimos 12 meses indican un crecimiento en las ventas de los dispositivos Nokia con Windows Phone gracias a la marca Lumia. Sin embargo, la integración será un escollo importante a superar, a pesar de que estos dos años y medio han debido servir para planear su ejecución.

En algún momento de la explicación de la transacción parece que Microsoft se queda con todo lo negativo de Nokia, como los costos de producción y distribución de dispositivos, mientras que paga a Nokia por licencias y por el uso de ciertas patentes para el desarrollo de los dispositivos. De hecho, Microsoft seguirá utilizando la marca Nokia hasta nuevo aviso.

Microsoft pagará 5.440 millones de euros repartidos en 3.790 millones por la unidad de dispositivos y servicios y 1.650 millones en el acuerdo por el uso de patentes. Unos 32.000 empleados de Nokia en todo el mundo serán absorbidos por Microsoft como parte del acuerdo. Accionistas y autoridades deben aprobar la transacción que se debería cerrar en el primer trimestre de 2014.

Cuenta con más de 22 años de experiencia cubriendo el sector de las telecomunicaciones para América Latina. El Sr. Junquera ha viajado constantemente alrededor del mundo cubriendo los eventos de mayor relevancia para la industria en América, Europa y Asia. Su experiencia académica incluye un BA en periodismo escrito por la Universidad de Suffolk en Boston, MA, y un Master en Economía Internacional en la misma institución.

Recuperar contraseña

Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.