El día que Nokia anunció su compromiso en exclusiva con Microsoft no salimos de nuestro asombro. ¿Por qué el fabricante líder de dispositivos, con un hardware que siempre había maravillado, dejaba sus propios esfuerzos con Symbian para asociarse con una plataforma que incluso tenía menor participación que la que tenía la finlandesa con su software? Y peor, ¿por qué, teniendo el liderazgo, dejaba de asociarse con la plataforma líder, Android? Porque si las matemáticas no nos fallaban, hardware líder con software líder debía resultar en fabricante líder.
Después, todos conocemos la historia de cómo empezó este mes de septiembre con la adquisición de Nokia por parte de Microsoft a un precio de mercado de risa, si tenemos en cuenta la historia de la compañía y lo que habría costado comprarla hace tres o cuatro años.
Se da la circunstancia de que un ex empleado, Thomas Zilliacus, ex CEO de Nokia para la región de Asia-Pacífico, creó una compañía bajo el nombre Newkia (que vendría a significar Nuevo Nokia) el mismo día que se anunció la compra/venta de Nokia por parte de Microsoft. Su plan: rectificar el error histórico cometido por la cúpula directiva de Nokia al apostar por Microsoft, una estrategia errónea a la luz de los resultados, dice Zilliacus.
En un artículo publicado por ZDNet, el ex Nokia reconoce que intentó comprar la compañía hace un año, pero no tuvo suerte reuniendo a los inversionistas necesarios. Su idea era comprar Nokia y revertir la estrategia centrándose en Android como plataforma.
Ahora, con Newkia, pretende demostrar precisamente que la estrategia debía haber sido aprovechar el liderazgo en el hardware para seguir siendo una de las empresas líderes en el segmento de dispositivos. Según el medio, Zilliacus ya habría reclutado empleados de Nokia para su aventura —espera arrebatarle aún más— que se centraría en ofrecer dispositivos Android al estilo Nokia en el mercado de Asia Pacífico, el de mayor crecimiento y el que ofrece mayores oportunidades para un nuevo entrante.
Zilliacus asegura que Nokia sigue haciendo un hardware de primera calidad; el problema es la plataforma, que tiene pocas aplicaciones, y los usuarios prefieren las otras alternativas a pesar de la calidad de la gama Lumia. Los desarrolladores no parecen estar muy interesados en el OS de Microsoft, debido al gran mercado que tienen desarrollando para Android y iOS; esta última la que más ingresos les ofrece.
Newkia tiene un referente para demostrar que en tres años un nuevo fabricante puede destrozar el mercado —aparte de Apple en 2007 —. Nos referimos al fabricante chino de smartphones Xiaomi, que en 2012 vendió siete millones de dispositivos entre China, Hong Kong y Taiwán, los únicos mercados donde opera. Para este año, este fabricante espera vender más del doble, unos 15 millones de dispositivos, lo que parece una ridiculez comparado con otros fabricantes pero que no deja de ser significativo de la velocidad con la que un nuevo jugador puede desarrollar una gama de teléfonos competitivos. De hecho, esta empresa tiene mayor cuota de mercado que Apple en China —algo que cambiará con los recientes anuncios, ya que la relación de Apple con los operadores de ese país ha venido siendo bastante tormentosa—.
El secreto de la empresa china radica en vender sus teléfonos por el precio de los materiales que los componen, y aumentar los ciclos de lanzamiento de nuevos dispositivos a 18 meses, en lugar de los seis que suelen utilizar empresas como Samsung. Los ingresos, o los beneficios de la empresa provendrán, dicen, de los servicios y no de la venta del hardware —¿les suena?—.
Según ejecutivos de Xiaomi, la empresa estaría valorada ya en 10.000 millones de dólares, después de su última ronda de financiación. Para que pongan en perspectiva esta cifra, Microsoft compró a Nokia por 7.200 millones de dólares.
Atentos a al nuevo Nokia, digo Newkia.
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