Versiones difundidas por los medios este viernes 3 de enero aseguran que el grupo español estaría trabajando en una oferta conjunta para comprar la subsidiaria brasileña de Telecom Italia, TIM Participações, con el objetivo ulterior de dividir los activos del operador brasileño. Así lo asegura el diario financiero italiano Il Sole 24 Ore en un artículo que ya cobró repercusión internacional.
Por su parte, el grupo italiano salió al cruce de esta versión con un escueto comunicado en el que deja en claro que la empresa no tiene conocimiento de ninguna oferta por TIM Brasil, al tiempo que reiteró que la filial sudamericana es “un activo estratégico”. Vale recordar, no obstante, que durante mucho tiempo la compañía italiana estimó como estratégica a su filial argentina, la cual finalmente terminó vendiendo recientemente al fondo de origen mexicano Fintech.
Il Sole 24 Ore indica que lo que Telefónica estaría buscando es una oferta conjunta con sus competidores del mercado brasileño –su rival regional, América Móvil, y el operador brasileño Oi– para dividirse a TIM Brasil.
Es que recientemente, el Conselho Administrativo de Defesa Econômica (CADE) adoptó una serie de medidas que dejaron al grupo español dos alternativas: renunciar a TIM o renunciar al control absoluto de su filial Vivo.
El regulador de competencia brasileño no se expidió sobre el reciente aumento de capital de Telefónica en Telecom Italia, sino que optó por cortar otro hilo también delgado: la adquisición, a mediados de 2010, del 50 por ciento de Brasilcel a su ex aliado Portugal Telecom. Esta adquisición significaba deshacerse del socio portugués, algo que Telefónica deseó por años, y que no fue precisamente una tarea sencilla. El CADE condicionó ahora la aprobación de esta operación de 2010 a la salida del grupo español del control de Telecom Italia. Si Telefónica opta por mantener una participación directa o indirecta en TIM Brasil, deberá buscar y aceptar un socio en Vivo, algo que parece muy difícil a esta altura.
Entonces, si compartir Vivo aparece como una opción indeseable, y abandonar su participación en el grupo italiano aparece como una alternativa más que compleja, el camino obvio es desprenderse de TIM Brasil, aunque Telecom Italia continúe jurando que se trata de un activo estratégico.
Teniendo en cuenta el panorama internacional, y el tamaño de TIM Brasil –no muchos operadores podrían costear tamaña compra en forma separada– una venta desguazada aparece como una vía sensata. La idea surgió rápidamente luego del avance de Telefónica en TIM que se concretó en septiembre pasado; en el mercado brasileño se viene discutiendo públicamente desde esos días.
Al Gobierno no parece disgustarle la idea. Al menos, ninguna voz se alzó en contra de esta posibilidad, que los medios vienen barajando hace semanas.
La salida lógica, de prosperar la repartición de TIM, sería acordar un fraccionamiento que permita mantener el status quo del mercado. Es decir, una división que no signifique una ventaja significativa para ninguno de los operadores. De esa forma, se lograría un acuerdo entre las partes y se facilitaría la venia de las autoridades. El mercado móvil brasileño podría pasar entonces de cuatro a tres operadores con una participación significativa de mercado.
De otra parte, vendida ya la participación en Telecom Argentina, TIM Brasil es la única piedra en el zapato de Telefónica en suelo latinoamericano, de cara a una mayor participación en su par italiano. El mercado brasileño es el único de la región en que ambas firmas compiten. Quitarse de encima al operador brasileño le daría mayor margen de maniobra en el futuro, al menos con las autoridades latinoamericanas.
Si la versión de Il Sole 24 Ore es fundada, entonces, podría ser el movimiento que destrabe el tablero en Brasil para los grandes jugadores.
