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Voz sobre LTE: best effort vs. carrier grade
Los despliegues de LTE están al orden del día, incluso en Latinoamérica. Las cifras, las cuales pueden encontrar en el buscador de TeleSemana.com, no dejan lugar a dudas: la tecnología será un tema central durante toda esta década porque aporta muchas ventajas a los operadores debido a su simplicidad y a su mejor utilización del espectro en relación a 2G y 3G. Dicho esto, LTE tiene un pequeño defecto: no tiene voz, por lo menos no como la conciben los operadores móviles. La tecnología fue pensada para la transmisión de datos móviles a altas velocidades y no para la oferta de servicios de voz tradicionales. Este 'defecto', en realidad, es más una percepción de mercado, pues la voz parece funcionar bastante bien a través de las redes LTE cuando se trata de servicios de voz sobre IP (VoIP), incluso es robusto cuando VoIP viene con video, como demuestran servicios OTT como Skype o FaceTime.Las malas noticias para los operadores es que a medida que ellos mismos avanzan con mejoras sobre LTE, los servicios de voz best effort de los OTTs mejoran considerablemente sus prestaciones, ¿diluyendo la línea entre el best effort y carrier grade? Brent Newsome, presidente y CEO de NewPace, cree que esta pregunta tiene una respuesta afirmativa y no tiene reparos en asegurar que los propios operadores están potenciando a sus rivales en el segmento de voz y mensajería multimedia, mientras ellos siguen debatiendo qué tecnología implementar para ser competitivos en los servicios multimedia, especialmente voz y mensajería.La situación viene definida por cómo el operador interpreta sus conceptos básicos de operación y los protocolos que rigen en su oferta de servicio. Al igual que el espectro sin licencia es un tema tabú para un operador, no contar con una oferta de voz carrier grade parece a estas alturas una atrocidad de negocio, cuando la voz sigue siendo el principal motor económico. La transformación real pasaría por saber qué ocurrirá con el valor de la voz en el futuro, ¿será el nuevo SMS engullido por las ofertas gratuitas en la nube de los OTTs?La idea de los operadores, por lo tanto, no es revolucionar el escenario actual asumiendo la futura pérdida del valor de los servicios de voz, sino que se persigue revitalizar este servicio para que se pueda volver a facturar por él, haciendo ver al mercado las diferencias entre un best effort y un carrier grade. ¿Es esto posible?La respuesta afirmativa está consensuada por todos los proveedores de soluciones de voz o mensajería para operadores móviles. Tanto aquellos que defienden VoLTE/IMS, como los que creen en soluciones alternativas tipo OTT, consideran que la voz seguirá siendo negocio si se mejora su calidad y prestaciones mediante la introducción de aplicaciones, como por ejemplo la traducción simultánea en el futuro.La discrepancia entre los proveedores radica en que su defensa del modelo de negocios de la voz está condicionado por su oferta tecnológica. Unos proponen el modelo caro y complejo, pero seguro, mediante IMS para lanzar VoLTE y soluciones como Single Radio Voice Call Continuity (SRVCC) para el handoff entre las redes 3G y LTE —aquí incluyen los que ofrecen soluciones hosteadas de IMS para operadores tier 2 y 3—. Otros proponen soluciones más radicales como la instalación de servidores off-the-shelve para apoyarse en soluciones de software para la creación y lanzamiento de servicios avanzados de voz y mensajería IP como si el operador, en efecto, fuese otro OTT con los servidores en su propia infraestructura para garantizar la calidad del servicio.Newsome, de NewPace, defiende la segunda ruta, por considerar que tiene costos que están más acorde con el retorno que los operadores pueden obtener de su inversión. Su solución funciona con hardware estándar que cuesta entre 4.000 y 5.000 dólares por servidor, lo que supone que una implementación inicial para lanzar este tipo de servicios mejorados de voz y mensajería rondaría los 50.000 a 60.000 dólares en hardware, un coste que él estima en 10 veces menos que implementar el hardware de IMS en la red del operador.Este tipo de soluciones, por momentos, suenan a paso intermedio ante lo inevitable, que es invertir en una arquitectura IMS propia. O por lo menos así lo cree Ray Adensamer, marketing estratégico de tecnología en Radisys. Junto con su socio Mavenir, dicen estar llevando a cabo más de 20 pruebas con VoLTE, y los últimos anuncios por operadores como AT&T —lo acaba de reafirmar su CEO en CES—, Verizon, Telstra, EE, Telefónica o América Móvil —este último está probando IMS/Joyn en casi todas sus filiales de Latinoamérica— validan la inercia de los operadores a buscar soluciones estandarizadas que aseguren un funcionamiento y control al que están acostumbrados.Sin embargo, ni la inercia por implementar IMS ni el invertir 10 veces menos en soluciones alternativas responden realmente a la pregunta sobre si la voz puede en el futuro ser un valor añadido, o si finalmente está abocada a ser un tráfico de paquetes más.Adensamer, de Radisys, cree que la voz no será un paquete más, porque considera que las mejoras con VoLTE en HD crean un diferenciador que puede devolver el tráfico de voz a los operadores, y cobrando. En Corea los operadores están facturando un valor superior por los servicios VoLTE con Adaptive Multi-Rate Wideband (AMR-WB) para ofrecer voz en HD.A día de hoy podríamos apostar a que todos los operadores de red con LTE querrían tener VoLTE en su catálogo y la respuesta a por qué no lo ofrecen tiene que ver con los costos y el retorno, presente y futuro, de los servicios de voz, la madurez de las redes LTE y la falta de dispositivos VoLTE. Sin embargo, este año se verán lanzamientos en varios mercados europeos, particularmente en el norte, en Estados Unidos y China. Este tipo de lanzamientos suele crear una dinámica que acelera la expansión a otros mercados, porque el problema de los dispositivos debería empezar a mitigarse.Asumiendo la realidad del párrafo anterior, la pregunta es si hay operadores con elevado número de usuarios prepago en mercados emergentes que crean que en el futuro pueden hacer negocio con una oferta de voz best effort sobre LTE o LTE-A, especialmente si este tipo de soluciones que no utilizan IMS permiten interoperar e interconectarse con los servicios VoLTE/RCS/Joyn/IMS de otros operadores de forma automática, para atender las comunicaciones locales entre operadores y los servicios de roaming.