MWC2014 – El consejero delegado de América Móvil, Daniel Hajj, pronosticó que para el año 2016, dos tercios de la población de América Latina tendrán un teléfono inteligente, lo que supone unos 600 millones de usuarios de smartphones. Las declaraciones de Hajj se realizaron durante su participación como orador en la primera jornada del Mobile World Congress, que se realiza esta semana en Barcelona, España, y fueron recogidas por distintos medios internacionales.
Hajj aseguró que en los próximos años, el negocio de la telefonía móvil se basará en cuatro pilares: la demanda de datos, el crecimiento de las conexiones maquina a máquina (machine-to-machine, M2M), los nuevos dispositivos y el big data.
El ejecutivo del grupo mexicano resaltó que en el año 2013, los servicios de voz representaron solo el 39 por ciento de sus ganancias, cuando en años anteriores totalizaban cerca del 80 por ciento.
Para hacer frente a este escenario, América Móvil tiene previsto invertir este año unos 10.000 millones de dólares. Hajj provechó la oportunidad para pedir a las autoridades un marco regulatorio estable para los operadores, que permita la planificación de largo plazo de las inversiones.
Asimismo, resaltó que en la región existe un gran territorio con alta dispersión poblacional, lo que implica altos costos para la puesta en marcha de infraestructura de telecomunicaciones, según recoge el periódico mexicano El Universal. Solo en México, el número de localidades con menos de 500 habitantes es diez veces mayor que en los Estados Unidos, resaltó el ejecutivo de América Móvil.
Hajj llamó a operadores, reguladores y gobiernos a trabajar juntos con el objetivo de “sacar ventaja de las últimas plataformas tecnológicas”.
El ejecutivo de América Móvil compartió el panel con Jon Baksaas, presidente de GSMA, Anne Bouverot, directora General de GSMA, Sock Koong Chua, CEO De SingTel y Ahmad Abdulkarim Julfar, CEO de Etisalat. Los operadores plantearon los retos en los países emergentes.
Anne Bouverot, directora General de GSMA explicó que los operadores tienen como desafío movilizar recursos para conectar 5.000 millones de dispositivos e incrementar la conectividad para otros 1.000 millones de personas en 2020.
