“Es muy difícil para los operadores móviles garantizar mínimos de calidad”

Sebastián Cabello, directo de GSMA Latinoamérica, habló con TeleSemana.com en el marco de la publicación de un nuevo estudio sobre el impacto que tiene la falta de información en las renovaciones de espectro en las inversiones de las compañías del sector.

Cabello señaló que en los próximos cinco años, Bolivia, Chile, Costa Rica, República Dominicana, Uruguay y Colombia deberán decidir el futuro de las licencias de espectro 2G otorgadas en los años ’90. “En Perú, Telefónica estuvo trabajando con la licencia expirada. El proceso de renovación había comenzado con un Gobierno y luego pasó a otro. Obviamente eso repercute en las inversiones de los operadores. Si uno no sabe si va a contar con el espectro, las inversiones disminuyen”, señaló.

Según el estudio divulgado por GSMA, la incertidumbre puede reducir el CAPEX hasta un 67 por ciento. Cabello consideró que un plazo razonable para discutir la renovación de licencias es a tres o cuatro años del vencimiento, para que las compañías tengan previsibilidad y puedan manejar sus flujos de inversiones.

Este año se discute la renovación de licencias en Colombia, ¿qué opinión tiene sobre este proceso? (NdE: esta entrevista se realizó en días previos a la decisión del Gobierno colombiano).

En Colombia la Corte Constitucional dispuso que los operadores debían devolver el espectro y también los activos de todo aquello que habían invertido. Esto era contrario a las políticas que tenía el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Mintic) para la renovación de la concesión. Y obviamente, también generaba mucha incertidumbre, porque estamos cercanos al momento de la renovación y el ministerio tiene que trabajar en ver cómo legalmente puede sortear algunos obstáculos que la misma Justicia de Colombia estaba imponiendo.

El caso de Colombia es que la licencia supuestamente expiraba, y lo que se suponía, iba a desembocar en una nueva subasta, y no en una renovación. De esta manera, toda la infraestructura instalada quedaba a disposición del nuevo jugador que adquiriera el espectro. Esto podría generar inconvenientes como la interrupción del servicio, y creemos que es negativo.

¿Por cuántos años cree que se deberían renovar las licencias?

En GSMA creemos que el plazo tiene que ser de entre 15 y 20 años, 10 años es muy poco. El espectro significa desembolsos muy importantes y una inversión muy grande en infraestructura, también. Recién se empieza a recuperar la inversión en tres o cuatro años.

En América Latina los reguladores se muestran preocupados por los temas de calidad de servicio, ¿cree que podrían incluirse requisitos de calidad en los contratos de renovación de espectro?

Yo creo que esto vale, porque de hecho se están imponiendo en las licitaciones de nuevo espectro. Lo que sí creo es que es muy difícil de establecer cómo fijar o medir. No creo que esto puedan entrar en la concesión, porque no se pueden fijar parámetros que van cambiando todo el tiempo.

Por ejemplo, una de las cosas que dice el informe de GSMA es que las renovaciones de licencias tienen que ser neutrales tecnológicamente. Es raro que una asociación que representa una tecnología diga esto, pero lo que sucede es que creemos que en el futuro van a existir nuevas tecnologías y es importante poder desplegarlas en la misma banda de espectro.

En el caso de la calidad sucede algo similar, cómo se va a medir puede ir cambiando de acuerdo a la tecnología. Por eso, hay que tener un enfoque lo más flexible posible para contemplar aquello que no sabemos cómo va a ser en el futuro.

También, en el caso de la calidad, hay algunas cuestiones que nos preocupan, como que la exigencia se establezca de acuerdo a mínimos de calidad. Esto es muy difícil de garantizar, porque los servicios móviles son un recurso compartido, no dedicado. Es decir, la velocidad que uno percibe, depende muchas veces de cuántas personas estén conectadas a la misma antena.

En Chile se está analizando la creación de un mercado secundario de espectro, tras la decisión de VTR de abandonar su red móvil para convertirse en MVNO. ¿Qué opina de esta iniciativa?

En principio lo que muestra esta situación es algún fallo de cálculo inicial. Lo que se verifica aquí es que entrantes no pueden competir de igual a igual con el resto de los operadores, a esta altura de desarrollo del mercado móvil.

En cuanto al mercado de espectro secundario creo que es bueno, porque significa poder asignar más eficientemente el recurso. Si hay un operador que no lo está utilizando y otro lo demanda es bueno que se pueda pasar de uno a otro. En GSMA vemos como positivo la presencia de un mercado secundario.

Claro que en Chile se vio motivado por las circunstancias de mercado. Pero eso no quita que pueda ser interesante para replicar en otros países de América Latina.

¿Cuál es su opinión sobre el esquema que analiza México para la banda de 700 MHz?

Es un modelo que no está probado, es un experimento. Hay que ver cómo se instrumenta, porque hay mucha letra chica que puede ser determinante para el éxito o fracaso de este proyecto.

Nosotros creemos que es un modelo disruptivo y que afecta mucho los incentivos de los operadores existentes, porque los operadores no van a ser dueños del espectro, sino que se convierten en operadores móviles virtuales para esa banda. Por un lado, les quita el costo de comprar la banda y operarla, pero por otro lado les genera incertidumbre en cuanto a cuestiones como qué servicios pueden lanzar, si van a contar con la capacidad que necesitan y qué tanto pueden innovar, porque cuándo uno es dueño de la red puede jugar con el software y el hardware y ver qué aplicaciones puede hacer.

Además, hay que tener en cuenta que se va a formar un monopolio, que todavía no sabemos si va a ser público o privado. Una de las cosas que preocupa es la politización que pueda tener el operador, que en este caso tiene un recurso de espectro que va a ser clave en el futuro. Hay muchos temas no resueltos y que generan mucha incertidumbre.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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