La regulación para el despliegue de small cells parece estar siendo ágil

[dropcap]C[/dropcap]uando se trata el tema del despliegue de las small cells, especialmente en zonas urbanas densas, la conversación suele dirigirse casi por inercia hacia la parte técnica relacionada con las interferencias entre celdas y en la composición de la red de backhaul, donde se juntan un cúmulo amplio de tecnologías fijas e inalámbricas con diferentes características como opciones punto-a-punto o punto-a-multi punto, con línea de vista o sin, y en espectro con y sin licencia, entre otras.

Sin embargo, la parte técnica no esconde que uno de los principales problemas en el desarrollo de una red de small cells nada tiene que ver con su ingeniería, sino que es una combinación entre logística y regulación. Es decir, encontrar los sitios para ubicar este tipo de infraestructura que requiere permisos gubernamentales, de la ciudad o del estado, y acuerdos bilaterales con partes privadas que puedan tener ciertos derechos en lugares estratégicos de la geografía urbana. Y por otro lado, saber si la regulación impone algún tipo de medidas o relaja algunas de las existentes relacionadas con las macro celdas.

Y este debate, el logístico-regulatorio, no está debajo de la mesa o escondido, sino que es un componente muy activo de la discusión a nivel profesional —quizá en sí mismo no genera titulares, pero no por ello no está constantemente encima del tapete—.

Organismos como el Small Cell Forum (SCF) están trabajando en estos dos ámbitos que afectan al despliegue de este tipo de infraestructura y han reconocido la necesidad de involucrar a los reguladores en el debate, ofreciendo su visión sobre cómo deberían comportarse estos organismos con respecto a las small cells. Y si bien tenemos claro que el SCF no es un organismo parcial, sino que defiende el interés de empresas fabricantes de equipos y operadores, entiende que debe poder ofrecer una visión lo suficientemente atractiva para los reguladores para que estos le tomen en serio y contemplen parte de sus ideas con respecto a las reglas que deben regir el uso e instalación de estos nuevos equipos.

Las recomendaciones de SCF con respecto a la regulación y sus reguladores empieza con una “venta” directa sobre por qué el uso de las small cells es necesario, tanto para satisfacer las necesidades de conectividad de los usuarios así como mecanismos para maximizar el uso del espectro, este último un argumento ya comprado por los reguladores de todo el mundo. Los argumentos son, que las small cells son más baratas y, por lo tanto, ofrecen una oportunidad a los operadores para su despliegue de forma más acelerada. Al ser de menor tamaño, pasan más desapercibidas que las grandes antenas en lo alto de edificios, aprovechan mejor el espectro, y fomenta la innovación al forzar a los operadores a competir por ofrecer una conectividad en cualquier lugar de forma consistente.

Por el lado regulatorio, parece existir la intención de no necesitar revisar las condiciones de las licencias existentes debido al uso de esta nueva infraestructura, pues los operadores seguirían utilizando el espectro obtenido en sus respectivas licitaciones y la infraestructura instalada estaría bajo su completo control, ofreciendo entre otras las mismas medidas de seguridad que las macro celdas—aunque les recomiendo ver esta entrevista que realizamos con F5 Networks en MWC2014 sobre el riesgo de seguridad de las small cells en redes LTE—.

Sin embargo, sí que debería haber regulación internacional, dice SCF, para que se relajen algunos requisitos relacionados con la instalación de este tipo de infraestructura y se aceleren los permisos para su despliegue, pues parece claro que este tipo de celdas deben poder instalarse de forma rápida para cumplir con su cometido de atender rápidamente a zonas necesitadas de mayor capacidad. La velocidad en su despliegue permite, dice SCF, que se active el componente de innovación.

En este sentido, son bastantes los países u organismos regionales que ya se han pronunciado oficialmente al respecto de las small cells. En esta lista se incluye Brasil, que en noviembre pasado a través de su regulador, Anatel, publicó en el Diário Oficial da União la resolución 624, que aprueba el Reglamento para el Uso de Femtoceldas. Esta regulación eliminaba una serie de cargos por instalación de femtoceldas para facilitar su despliegue. Ya en febrero de 2014, TIM Brasil anunciaba su intención de utilizar este tipo de infraestructura en su red 3G.

Por su parte, el regulador del Reino Unido, Ofcom, determinó años antes, en 2009, que las small cells son como macro celdas pero reconoce la impracticabilidad de tener un registro de todas las instalaciones, particularmente aquellas que se refieren a femtoceldas residenciales o corporativas, por ser una traba administrativa compleja tanto para el operador como para el propio regulador.

Movimientos similares se ha vivido en mercados como Estados Unidos, Japón, Taiwán, Core del Sur y Rusia, entre otros, para facilitar el uso de este tipo de equipos por considerar que son necesarios para evitar la escasez de espectro que se avecina.

Así pues todo indica que en este caso la regulación no podrá ser acusada de no ir al ritmo que dictan las necesidades del mercado.

Cuenta con más de 22 años de experiencia cubriendo el sector de las telecomunicaciones para América Latina. El Sr. Junquera ha viajado constantemente alrededor del mundo cubriendo los eventos de mayor relevancia para la industria en América, Europa y Asia. Su experiencia académica incluye un BA en periodismo escrito por la Universidad de Suffolk en Boston, MA, y un Master en Economía Internacional en la misma institución.

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