El ministro de las Comunicaciones, Paulo Bernardo, afirmó al sitio brasileño TeleSintese que la presidenta reelecta Dilma Rousseff deberá hacer una amplia reforma de su ministerio para su segundo mandato, que inicia el primero de enero de 2015. El funcionario precisó que si bien no tuvo conversaciones con la presidenta sobre este asunto, su opinión personal es que el gobierno ministerial deberá enfrentar modificaciones.
En el marco de Futurecom 2014, el ministro de Comunicaciones ya había adelantado que, en caso de que fuera elegida Dilma Rousseff para cumplir un segundo mandato, podría haber modificaciones en la composición de la cartera. No obstante, la decisión final la tendrá Dilma Rousseff y, en caso de que haya modificaciones, no se conocerán hasta enero del año que viene, cuando la presidenta reelecta asuma por cuatro años más y dé a conocer su nuevo gabinete de ministros.
Bernardo aprovechó la oportunidad para dar su opinión sobre la propuesta presentada por Dilma Rousseff durante su campaña, que prevé llevar el servicio de Internet de banda ancha al 90 por ciento de los municipios del país para 2018. El funcionario destacó que la propuesta “es factible y podrá ser íntegramente cumplida” en los plazos previstos.
Durante su campaña electoral, la actual presidenta de Brasil presentó el plan Banda Ancha para Todos —que reemplazará al actual Plan Nacional de Banda Ancha (PNBL, por sus siglas en portugués)— y prometió elevar la velocidad promedio del servicio de banda ancha hasta 25 Mbps. Actualmente, la velocidad media del país se encuentra entre 2,5 Mbps y cinco Mbps, dependiendo de la empresa que realice la medición. Según la consultora NetIndex, la velocidad media del servicio de banda ancha en septiembre de 2013 era de 8,2 Mbps, un 31 por ciento más que en el mismo período del año anterior.
En una conferencia de prensa de campaña, Dilma Rousseff había planteado que la banda ancha “tiene la misma importancia que la universalización de la energía eléctrica”, una declaración que pone de manifiesto la importancia que el Gobierno de Brasil le otorga a la conectividad. De hecho, el mismo ministro Paulo Bernardo también había comparado la banda ancha con un servicio público durante la inauguración de Futurecom 2015.
El proyecto de Banda Ancha para Todos será realizado a través de alianzas público-privadas y demandará inversiones de gobierno del orden de los 40.000 millones de reales (16.192 millones de dólares). Los recursos serán obtenidos de los fondos presupuestarios de la Unión, créditos tributarios y financiamientos a cuotas subsidiadas.
El plan prevé elevar el número de usuarios de servicios de banda ancha de los 150 millones actuales a 300 millones para el fin de su mandato, en 2018.
