Virgin Mobile denunció ante el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) una serie de prácticas fraudulentas utilizadas por sus competidores para captar nuevas portaciones móviles.
Sin dar nombres, la representación de Virgin acusó a operadores rivales de graves maniobras destinadas a obtener portaciones sin consentimiento del cliente o mediante engaños, en el marco de la consulta pública que el regulador llevó adelante para establecer el reglamento de portabilidad.
Como solución, la compañía sugirió que, una vez concretada la portación, se instaure una veda de 90 días naturales para limitar el asedio de competidores ansiosos de sumar nuevas líneas.
En ese sentido, planteó que los operadores que obtengan una portación exijan a los usuarios un documento escrito o grabación de audio que de testimonio de su voluntad expresa de mudar compañía.