El debate sobre la neutralidad se complica en Europa donde podrían surgir contradicciones con ofertas como el zero-rating

La video declaración realizada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sobre su idea de la neutralidad de la red puede tener un efecto positivo, más allá de si uno está de acuerdo o no con la visión que planteó: encender nuevamente el debate en la opinión pública para que su legislación no se lleve al terreno oscuro o del camuflaje de la política.

El debate de la neutralidad no es sencillo como demuestra el hecho de que son pocos los países que se han atrevido a poner una legislación al respecto, aunque hay otros que tienen unas serie de recomendaciones, como Noruega, u otros como Suiza, donde los propios operadores son los que se comprometen a un código de conducta voluntario con respecto a la neutralidad.

Justamente esta semana nos detenemos en los comentarios del regulador noruego (Norwegian Post and Telecommunications Authority o NPT) sobre la neutralidad cuando se trata de las ofertas de zero-rating, aquellas por las cuales el operador ofrecer acceso ilimitado asociado al acceder a una aplicación en concreto, tipo Facebook. La visión de NPT es relevante porque son varios los operadores que ofrecen este tipo de esquema para incentivar el uso de los servicios de datos en Latinoamérica. En términos teóricos y prácticos, por lo menos en Chile y Noruega, estas ofertas estarían violando la neutralidad de la red, al darle un trato diferencial a un tipo de tráfico en relación al resto.

Si bien Mark Zuckerberg y algunos operadores creen que este tipo de servicios son muy útiles para ofrecer acceso a miles de usuarios con pocos recursos en mercados emergentes, desde el prisma de mercados maduros, el cumplimiento de la neutralidad está en juego. Y esta es otra de las paradojas en el debate de la neutralidad. ¿Qué tiene más importancia en los mercados emergentes: ¿tener acceso o la libertad e innovación que supone un Internet sin restricciones?

Parece obvio pensar que si el acceso está sólo al alcance de unos pocos privilegiados, no habrá innovación ni se iniciará una rueda productiva saludable. Pero, también podemos entender que con muchos accesos pero sin neutralidad se frenaría la actividad productiva relacionada con la innovación. Les dejo a ustedes que se enfrenten a este debate ideológico.

La idea de esta nota era traerles por qué las autoridades de Noruegas en materia de telecomunicaciones consideran, categóricamente, que las ofertas de zero-rating violan la neutralidad, y aún sin haber legislación en ese mercado, los operadores respetan esta visión y no ofrecen ningún servicio bajo dicho esquema. Las recomendaciones noruegas dicen: “Los usuarios de Internet tienen derecho a una conexión a Internet que esté libre de la discriminación en relación con el tipo de aplicación, servicio o contenido o sobre la base del emisor o el receptor”.

El regulador asegura que este modelo de facturación entra en conflicto con la neutralidad una vez el usuario alcanza su cuota de datos y deja de tener acceso, o lo tiene más relanzado (throttled), en relación a la aplicación que entra dentro del esquema de zero-rating.

El regulador noruego entiende que hay argumentos que hacen del zero-rating una opción “justa”, al referirse a que los usuarios pueden encontrar ventajoso que haya un servicio que no les resta capacidad de datos de su cuota. Sin embargo, advierte de que el zero-rating provoca un tratamiento dispar del tráfico decidido por el proveedor de acceso o del servicio, y justamente este tipo de conducta es lo que la neutralidad intenta evitar, dicen. “Internet debe ser una plataforma abierta y neutral para todos los tipos de comunicación”.

Así la autoridad noruega recomienda a los operadores buscar otras formas para diferenciarse que no sean a través de esquemas de zero-rating.

Justo cuando estábamos redactando esta nota —ya finalizada— apareció un comunicado de prensa de European Digital Rights (EDRi) —organismo que desde 2009 defiende los derechos digitales de la sociedad en ese continente— que asegura que la neutralidad de la red en Europa “podría estar en peligro”. Su aseveración se fundamentan en una serie de documentos que se habrían filtrado y que dejarían la agenda marcada por Neelie Kroes en papel mojado —una agenda que además de buscar una significativa bajada en los precios del roaming buscaba reglas estrictas en favor de la neutralidad; los nuevos documentos parece suavizar considerablemente la visión de Kroes, según EDRi—.

Entre otras cosas, este organismos sugiere, en su análisis de estos documentos, que bajo las nuevas premisas los esquemas de zero-rating estarían permitidos lo que podría llegar a entrar en conflicto con algunos países de la Unión Europea (UE) —aunque parece que la nueva agenda tiene un apoyo bastante elevado— u otros que se rigen para ciertas cosas en su legislación, como Noruega, que sí bien no es país de la UE sí lo es de Espacio Económico Europeo (EEE), a través de la Asociación Europea de libre comercio (AELC).

El debate va a estar muy activo en las próximas semanas a medida que Estados Unidos y la Comisión Europea (CE) tratan este espinoso asunto en un clima donde los operadores consideran las ofertas como zero-rating, el tráfico de datos patrocinados u ofrecer un acceso más robusto a ciertas aplicaciones, previo pago por parte de los over the top (OTT), como un componente clave del futuro de su negocio.

Cuenta con más de 22 años de experiencia cubriendo el sector de las telecomunicaciones para América Latina. El Sr. Junquera ha viajado constantemente alrededor del mundo cubriendo los eventos de mayor relevancia para la industria en América, Europa y Asia. Su experiencia académica incluye un BA en periodismo escrito por la Universidad de Suffolk en Boston, MA, y un Master en Economía Internacional en la misma institución.

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