Un total de 743.880 teléfonos móviles fueron reportados como robados, hurtados o extraviados entre 2009 y 2014, señaló el diario Página Siete en base a informes de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Transportes y Telecomunicaciones (ATT) de Bolivia.
Los códigos IMEI —Identidad Internacional de Equipo Móvil— de los terminales en cuestión fueron introducidos en la “lista negra” que comparten la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), Tigo (Millicom) y Viva (Nuevatel), con el objetivo de impedir que sean reactivados nuevamente.
Los usuarios afectados deben reportar el episodio a su respectivo operador y luego realizar la denuncia correspondiente a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), que notificará a las telcos para impedir la reutilización de los dispositivos en el país y la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
Durante 2012, se registraron 147.705 terminales sustraídos, cifra que ascendió a 157.704 en 2013 y descendió a 136.327 en 2014.
La GSMA también promueve la creación de un registro de terminales robados que impida su activación en otros países, iniciativa suscrita por Brasil, El Salvador y Nicaragua. Proyectos similares también fueron implementados en países como Costa Rica, Ecuador, Honduras y Uruguay.