LIME, subsidiaria de Cable & Wireless Communications (CWC) está de parabienes: Phillip Paulwell, titular del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Minería de Jamaica, aprobó la compra de Columbus International, que opera localmente bajo la marca FLOW. Desde la cartera de Estado reconocieron que consultaron a la Oficina de Regulación de Servicios Públicos (OUR, por sus siglas en inglés) para llegar a la decisión.
Sin embargo, en vista de los resquemores que generó la transacción se dispuso sostener las tarifas de terminación existentes hasta que la OUR establezca su actualización. CWC también deberá respetar las limitaciones y/o requerimientos de todas las licencias que adquiere, los planes suscriptos por los usuarios de FLOW y su derecho a rescindirlos sin penalidades.
Deberá facilitar, asimismo, el acceso a banda ancha internacional sobre una base no discriminatoria, velar por la implementación de la portabilidad numérica —entra en vigencia el próximo 31 de mayo— y respetar las disposiciones en torno a la compartición de infraestructura. Por su parte, la red submarina administrada por ambas empresas será operada con independencia de las otras líneas de negocio.
Columbus es un joven operador con 700.000 clientes residenciales, que se hizo fuerte a través del tendido y la adquisición de vastas redes de cables submarinos y la oferta de cable digital, telefonía y banda ancha fija en un puñado de naciones caribeñas. Al cierre de 2013, registró ingresos de 505 millones de dólares, un Ebitda de 216 millones y una ganancia operativa de 104 millones. CWC anunció su intención de comprarlo por 1.850 millones de dólares el pasado seis de noviembre.
En Jamaica, la fusión resultará en una cuota cercana al 100 por ciento en los servicios de telefonía fija y banda ancha fija. En este último segmento —para el cual CWC promete inversiones de 400 millones de dólares a escala regional—, el operador tendrá unos 130.000 usuarios, contra los 40.000 suscriptores del servicio de WiMAX de Digicel. Para reforzar esta operación, LIME también anunció la compra de Dekal Wireless, un proveedor local de servicios Wi-Fi.
La transacción garantizará además el ingreso formal de CWC al mercado de televisión paga en el país y le permitirá desarrollar la convergencia entre servicios fijos y móviles para transformarse en un proveedor líder de servicios de cuádruple play.
Como consecuencia, espera incrementar sus ingresos anuales en Jamaica al menos en 281 millones de dólares, cifra representa una suba del 65 por ciento respecto al cierre del último año fiscal de la compañía. Adicionalmente, invertirá 260 millones de dólares durante los próximos cuatro años para fortalecer su infraestructura móvil y tendidos de fibra óptica. En ese sentido, ya anunció que destinará 79 millones de dólares en la expansión de su red HSPA+ en el marco de Project Marlin y manifestó su compromiso de lanzar 4G LTE sobre la banda AWS.
La irlandesa Digicel presiente la amenaza de la nueva compañía a sus operaciones y observa la compra con recelo. Por eso, sus ejecutivos han denunciado a los cuatro vientos que CWC busca reconstruir el monopolio que detentaba en su época de incumbente.
Tanto la Unión de Telecomunicaciones del Caribe (CTU), la Autoridad de Telecomunicaciones del Caribe Oriental (Ectel) como la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECS) se comprometieron a revisar a fondo la transacción para evitar distorsiones a la competencia. Aunque CWC y Columbus superaron el escollo en Jamaica, tienen todavía un largo camino por recorrer antes de cantar victoria.
