El Ministerio de Justicia de Brasil abrió esta semana a consulta pública dos textos relacionados con el uso de Internet: el anteproyecto de protección de datos personales y la minuta del decreto presidencial que regulará el Marco Civil de Internet, sancionado en abril de 2014.
El ministro de la cartera de Justicia, José Eduardo Cardozo, resaltó que el objetivo es elaborar los textos a partir de las contribuciones de los ciudadanos, de manera democrática y participativa. “Es fundamental que el texto de regulación del Marco Civil tenga el mismo espíritu de la ley”, señaló el funcionario. Cabe recordar que antes de su debate parlamentario, el proyecto de Marco Civil de Internet también fue puesto a consulta pública, con el objetivo de recibir los comentarios de los interesados.
La plataforma destinada al debate del Marco Civil de Internet no tendrá un texto de base, sino que partirá de ejes con contenidos ya incluidos en la ley pero que fueron tratados de forma genérica o cuya definición dependen de la regulación posterior. El debate estará ordenado entorno a cuatro ejes: la neutralidad de red, la privacidad en la red, el almacenamiento de registros de acceso —tanto de conexión, responsabilidad de los operadores, como de aplicaciones, responsabilidad de sitios, servicios, redes sociales y aplicaciones— y otras consideraciones.
El flamante ministro de Comunicaciones de Brasil, Ricardo Berzoini, consideró que la apertura a debate público de estos dos textos muestra el “compromiso de consolidar el acceso de todos los brasileños a Internet”. El funcionario tiene a su cargo la responsabilidad de cumplir con la promesa que Dilma Rousseff hizo en campaña para su segundo mandato presidencial de llegar con fibra óptica al 90 por ciento de los municipios y el 45 por ciento de los hogares de Brasil.
Por otro lado, el anteproyecto de Ley de Protección de Datos Personales tiene por objetivo asegurar a los ciudadanos una serie de derechos básicos sobre sus propios datos, incluso si son almacenados en el extranjero —una preocupación que ya había traído a colación el exministro Paulo Bernardo, luego de que se conociera que la Agencia Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) había accedido a información personal de ciudadanos extranjeros—.
El texto tratará también cuestiones específicas como fuga de datos, información sensible, establecimiento de principios, consentimiento del titular, comunicación, interconexión y uso compartido de datos personales, transferencia internacional de datos, responsabilidad de los agentes de tratamiento, seguridad, buenas prácticas y sanciones administrativas, entre otros.
