“LTE-U es importante porque ofrece mayor rendimiento que Wi-Fi”

Está claro que estamos en un momento de cambio muy significativo en el sector de las telecomunicaciones. El cambio es profundo porque afecta a las tecnologías que se van a emplear y a los modelos de negocio que van a sostener estas inversiones. Hay varios temas tecnológicos que están afectando a los operadores móviles, que no dejan de ser los actores principales en este drama. La utilización de espectro son licencia en combinación, o no, con espectro licenciado, la transformación de los servicios de voz, el desarrollo de la 5G y su significado más allá de las velocidades de transmisión o el nacimiento del mercado IoT genera un escenario con muchos frentes abiertos.

TeleSemana.com pudo conversar con Matt Grob, vicepresidente ejecutivo y CTO de Qualcomm, para conocer su visión sobre algunos de estos aspectos tecnológicos cruciales para los operadores de telecomunicaciones.

Desde el punto de vista de un operador, ¿cuál será la relación entre LTE-U y Wi-Fi?

La mayor demanda por velocidad y capacidad, lo que llamamos el reto de las mil X, requiere que seamos más eficientes desde el punto de vista de las radios, pero el gran factor para conseguirlo es contar con más espectro. Hay que ver a LTE-U como una forma de obtener mayor capacidad con más espectro. Desde el punto de vista de los operadores móviles, que son agentes con activos espectrales con licencia, LTE-U permite exponer las capacidades de su red hacia espectro sin licencia. Desde Qualcomm hemos diseñado este sistema de LTE-U para sea muy amigable con Wi-Fi.

Es importante aclarar que LTE-U no es una modificación de LTE, hemos hecho algunos cambios para que funcione en las bandas sin licencia y para que pueda coexistir con Wi-Fi, pero sigue siendo LTE. Así pues, desde el punto de vista de un operador, LTE-U permite expandir los activos espectrales.

Para aquellos operadores que no tienen espectro licenciado, estamos estudiando el uso de LTE-U en la situación donde no hay activos espectrales licenciados. Sin embargo, el desempeño de este tipo de sistema no es tan robusto, pero es posible incluso permitiendo la coexistencia con Wi-Fi.

En cualquier caso, estamos trabajando para hacer que LTE esté disponible en estas bandas sin licencia.

Los operadores ya están trabajando para integrar a Wi-Fi a sus redes de forma que el usuario no note la diferencia y que exista un hand off entre ambas redes sin perdida de conexión. Desde el punto de vista de los operadores ¿qué diferencia existe para su negocio entre integrar Wi-Fi o lanzar LTE-U?

Ambas opciones son posibles, y la evoluciono de Wi-Fi es muy importante para nosotros y seguimos trabajando para desarrollar la tecnología para que ofrezca mejoras. Pero al final, lo que se persigue es obtener el mayor desempeño posible del espectro, y mediante el uso de las bandas sin licencia, podemos obtener mejoras en el desempeño de dos y cuatro veces superiores con LTE-U en relación a Wi-Fi. Además de la capacidad, con LTE-U se hereda la capacidad inherente de LTE sin añadir un costo significativo al dispositivo.

En el pasado las redes Wi-Fi no tenían mucho problema de congestión, pero en la actualidad en 2,4GHz, y ya vemos algo parecido en 5GHz, los sistemas se están congestionado, y cuando te acercas al punto de congestión el desempeño se convierte en un elemento clave. Por eso LTE-U es importante, porque ofrece un mayor rendimiento que Wi-Fi.

¿Tiene la sensación, o tiene la certeza debido a su posición, de que el sector está avanzando de forma más acelerada con respecto a las nuevas tecnologías?

Sí, vamos más rápidos que con la 3G. Si miramos a las métricas empezando por la publicación del estándar, y comparamos el número de mercados y el tiempo entre lanzamientos entre 2G y 3G, la última también fue más rápida. En el desarrollo de mejoras de los chips, también vemos una mejora más acelerada. Por lo que sí, estamos yendo más rápido que en las generaciones anteriores.

Le hago una pregunta que es bastante repetitiva, y está relacionada con la incapacidad de los operadores de monetizar la velocidad de sus redes. Los operadores quieren que el estándar 5G tenga en cuenta su modelo de negocio y que no sea sólo un acelerador en la transmisión de datos. ¿Cual es su visión de esta situación paradójica?

Es cierto que existe un énfasis en demostrar velocidades y en agrupar portadoras y nosotros mismos hemos anunciado pruebas con velocidades superiores a los 400 Mbps. Creo que estamos llegando a un punto donde la velocidad de transmisión no será el factor más relevante para seleccionar un módem. Está claro que agrupar portadoras para incrementar velocidad es positivo, pero llegados a un cierto punto su valor disminuye y además desde el punto de vista de los operadores, no se pueden asignar 10 portadoras a un sólo dispositivo cuando hay muchos dispositivos en la red. Por lo que la velocidad ya no aporta ganancias fundamentales, lo que sí aporta estas ganancias es que a red en general mejore su rendimiento o cuantos usuarios puedo acomodar antes de que mi sistema esté completo. Y es aquí donde entra en juego el control de la calidad del servicio (QoS), que es un punto clave.

Cuando queremos definir a la 5G podemos ver que nos ofrecieron las tecnologías anteriores. La 3G nos ofreció servicios de alta velocidad de datos, la 4G nos ofreció más velocidad y más bandas espectrales. La 5G, por lo tanto, debe ser más que lo anterior. Si es solo más velocidad y bandas espectrales aún sería ser como la 4G, porque aún tenemos mucho por avanzar en la 4G para mejorar su rendimiento. La 5G será más rápida y será más eficiente con el espectro. Pero en realidad con la 5G se podrán ofrecer servicios que hasta ahora no eran posibles, gracias a su confiabilidad. Se podrán ofrecer servicios asociados a procedimientos médicos o control de vehículos, aplicaciones de ciudades inteligentes, IoT y este tipo de aplicaciones críticas que sólo pueden ofrecerse en una red que esté operativa todo el tiempo.

La 5G será una tecnología extremadamente confiable y segura, este último punto será clave, y acomodando a muchos dispositivos “ligeros” como parte del escenario IoT. Y estas son capacidades que podrán aprovechar los operadores para desarrollar negocios y que con las tecnologías anteriores no era posible y que no están relacionadas con las velocidades de transmisión.

Con la llegada de LTE se ha vuelto a poner sobre la mesa eMBMS para la retransmisión a través de redes móviles. Teniendo en cuenta que ustedes desarrollaron la red FLO en Estados Unidos para este propósito ¿cree que esta vez sí funcionará?

Nosotros siempre hemos creído en los servicios de video a través de móviles y con FLO quizá no tuvimos la suerte de lanzarlo a tiempo ya que los dispositivos aún no eran smartphones y ofrecíamos una programación lineal. Además dedicamos el espectro y una red al servicio y los dispositivos aumentaban en costos para incorporar la tecnología. Pero lo que ha pasado desde entonces es que la forma dominante de tráfico en las redes móviles es video. Los dispositivos vienen con pantallas más grandes y ya hay historias de gente que ha visto la última final de la Super Bowl a través de su dispositivo.

Ademas del contenido de video, existen muchas otras aplicaciones, como las actualizaciones que los usuarios deben realizar —y los proveedores quieren que lleguen lo antes posible a los usuarios—. De hecho, en los PCs muchas aplicaciones se actualizan solas sin que el usuario se de cuenta, pero en un dispositivo móvil una actualización de 29 megas es todo un asunto ya que puede consumir rápidamente la capacidad del usuario.

Pero con eMBMS el operador puede ofrecer servicios como ver la Super Bowl desde el móvil o lanzar actualizaciones de seguridad de forma más efectiva. Además, a diferencia de FLO, no utiliza una red dedicada o espectro adicional, sino que el operador puede asignar los recursos necesarios para un momento determinado para hacer una retransmisión y después devolver estos recursos para comunicaciones unicast.

Por otro lado, con OFDM se obtiene mucho mayor rendimiento que con CDMA —en todos sus sabores— en el uso de los recursos. Así pues, con mejores dispositivos, una mayor demanda por parte de los usuarios, más aplicaciones y sus actualizaciones, y una tecnología de red más eficiente hacen que sMBMS sea mucho mejor que en sus anteriores generaciones. Estamos muy convencidos de su potencial.

¿Cómo ve la fragmentación en el mercado de IoT y cuál será el papel que jugará Qualcomm en este nuevo ecosistema? 

Es verdad que está fragmentado, hay muchas facetas y es hasta incluso difícil de definir. Estamos llevando realizando esfuerzos para desmontar los silos a través de AllJoyn y AllSeen Alliance donde hay más de 90 miembros trabajando para crear un ecosistema de código abierto. Con este tipo de iniciativa estamos reduciendo las barreras para permitir que haya interoperabilidad entre las diferentes empresas.

Además estamos llevando los avances de los smartphones a todo tipo de dispositivos gracias a los pequeños tamaños que hemos conseguido obtener para estos sistemas. No se está instalando sólo sistemas de comunicación en todo tipo de dispositivos, sino que los dispositivos son capaces de hacer más cosas, y todo ello lo estamos llevando a productos de salud, automoción, ciudades inteligentes y wearables.

La robótica es otro campo donde estamos trabajando y tenemos algunas adquisiciones pendientes que nos permitirán incrementar nuestras capacidades en el mercado IoT.

¿Por qué se está convirtiendo VoLTE en un servicio tan importante en redes LTE concebidas para servicios de datos?

Es verdad que el porcentaje del tráfico de voz está decreciendo, solía serlo todo, y ahora cada vez es menor. En los últimos años Qualcomm siempre ha trabajado en mejorar en la capacidad de voz. Pero uno de los motivos por los cuales los operadores quieren mejorar los servicios de voz no es exclusivamente por este motivo, sino porque quieren liberar recursos utilizados por las redes 2G para lanzar LTE. Esta es la razón principal. Cuando llegue el día que el operador pueda garantizar el servicio a través de VoLTE, las redes de legado que ofrecen servicios de voz, dejarán de operar y se reutilizará el espectro. Y creo que esta es una de las principales motivaciones.