El rápido desarrollo del estándar LTE-U y el creciente número de sus defensores pone en cuestión la relación de esta tecnología con Wi-Fi. “Mientras que una serie de operadores de telefonía móvil, especialmente aquellos rezagados en el despliegue de Wi-Fi, estarían apoyando fuertemente a LTE-U para compensar su tardía adopción de Wi-Fi, el despliegue de Wi-Fi carrier grade sigue creciendo, atrayendo a otros jugadores como operadores fijos y de cable”, comenta Ahmed Ali, analista de investigación de ABI Research.
La consultora espera que se vendan casi dos millones de unidades Wi-Fi carrier grade este año.
Las llamadas Wi-Fi, dice Ali, proporciona una oportunidad para que los operadores que no tienen activos móviles puedan entrar a competir en el mercado de telefonía móvil. Además, los gateways de doble SSID permiten a estos operadores que tienen una gran cantidad de puntos de acceso Wi-Fi en el hogar y en las empresas lanzar servicios públicos a través de lo que se conoce como Community Wi-Fi.